El primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan, ha asegurado este viernes que Turquía ha interceptado un barco con bandera siria que portaba armas con dirección a una localidad siria del sur.
De esta forma, Erdogan ha confirmado que Turquía interceptará todos aquellos vehículos que porten armas con dirección a Siria, en el marco de las sanciones internacionales impuestas contra el régimen de Bashar al Assad.
En una rueda de prensa, el ‘premier’ turco ha anunciado que Ankara ha notificado al Gobierno sirio que endurecerá el embargo de armas contra Siria, así como de la detención de la embarcación con bandera siria. Al respecto, no ha desvelado mayores detalles sobre el estatus de la tripulación del barco, ni del momento en el que se produjo la interceptación.
Turquía «detendrá y confiscará» aquellos cargamentos que vayan por tierra, mar o aire, «como en el pasado», ha sostenido Erdogan.
Asimismo, las autoridades turcas han cerrado su espacio aéreo a aquellos aviones que trasladen equipamiento militar a Siria, tres días después de que Turquía admitiera que estaba considerando la posibilidad de imponer sanciones a Damasco, en coordinación con Estados Unidos.
Aunque durante los últimos años, Damasco y Ankara han estrechado sus lazos, Erdogan ha aseverado este viernes que está preparado para poner en vigencia las sanciones contra Siria y ha precisado que el ministro de Asuntos Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, y la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, trabajarán de forma conjunta para abordar las medidas a emprender por parte del Gobierno de Turquía en esta materia, según ha informado el diario turco ‘Today’s Zaman’.
Ya en el mes de agosto, Turquía interceptó un cargamento de armas procedente de Irán que, presuntamente, iba dirigido al régimen sirio. Este mismo caso se repitió con anterioridad, en marzo, cuando un avión iraní que portaba armas ligeras, morteros y rifles automáticos violó las sanciones de la ONU sobre Siria.
Así, Turquía se une a la condena internacional por la represión gubernamental ejercida contra los manifestantes prodemocráticos que ya ha acabado con las vidas de 2.700 personas. Los Veintisiete y Estados Unidos han encabezado las acciones encaminadas hacia un endurecimiento de las sanciones impuestas al régimen de Al Assad y círculo más cercano. No obstante, la oposición de Rusia y China, con derecho a voto, a una mayor envergadura de estas medidas ha llevado a que el Consejo de Seguridad de la ONU no haya aprobado todavía una resolución de condena.
