Al menos diez personas han muerto hoy por disparos de las fuerzas leales al régimen sirio de Bachar al Asad, la mayoría de ellas en la provincia nororiental de Deir Al Zur, según el grupo opositor Comités de Coordinación Local (CCL).
Este grupo informó en un comunicado de que siete «mártires» perdieron la vida en Deir al Zur, seis de los cuales murieron en la ciudad de Ghariba y ya han sido identificados.
Las fuerzas de seguridad tomaron esta localidad al asalto con artillería y disparos de armas ligeras, aseguraron los CCL, que agregaron que en un barrio de la capital homónima de la provincia una manifestación masiva salió a la calle para mostrar su solidaridad con las víctimas de Ghariba.
Mientras, en la provincia de Homs (centro), bastión de los sublevados contra Al Asad, una persona murió por disparos en la zona de Jaldieh, mientras que el cadáver de otra fue entregado a su familia con señales de haber sido torturado.
En la provincia de Idleb (norte) otra persona murió anoche como consecuencia de un tiroteo de las fuerzas de seguridad en el pueblo de Maraaban, en la zona de Yabal Zauiya, y su cuerpo fue trasladado al Hospital Nacional de Idleb, que ha sido rodeado por miembros del régimen.
La violencia no se detiene en Siria pese a la presencia de una misión de observadores de la Liga Árabe, que hoy visitan la ciudad de Arbín, al oeste de Damasco, una de las más afectadas por la represión.
Según la ONU, más de 5.000 personas han perdido la vida en Siria desde que comenzaron las protestas contra el régimen de Bachar al Asad el pasado marzo.
