Los servicios secretos sirios y las fuerzas de seguridad son un nido de corrupción y de grupos semimafiosos, especialmente desde que en 2006 fueron retirados de Líbano centenares de agentes que hacían negocios clandestinos
Un atentado en el centro de Damasco ha causado este viernes 6 de enero de 2012 la muerte de decenas de personas. La explosión, que el Gobierno del tirano Bashar al-Assad atribuye a un terrorista suicida, ha devastado la plaza de Al Midan, en el centro histórico de la ciudad.
Por el momento el Gobierno contabiliza 10 muertos y 46 heridos, aunque otras fuentes locales elevan a 25 el número de fallecidos.
El atentado resulta similar a los dos registrados el pasado 23 de diciembre de 2011, también en Damasco, con 44 muertos.
Se desconoce por el momento quién ha organizado y ejecutado los ataques de diciembre y de hoy. El Gobierno apunta a elementos de Al Qaeda o, más vagamente, a los «grupos terroristas islámicos» a los que acusa de protagonizar la revuelta contra el régimen de Bachar el Asad. Pero no hay pruebas por el momento.
La oposición sospecha en general de los servicios secretos del régimen porque los atentados han ocurrido en Damasco, donde la policía mantiene el control de la situación, y porque vienen a confirmar la tesis gubernamental sobre las raíces terroristas de una protesta que ha costado ya más de 5.000 víctimas mortales desde marzo de 2011.
Algunos vecinos de Al Midan, citados por la oposición, hablan de una intensa presencia policial antes de la explosión y de algunos cortes de calles.
Quienes respaldan la teoría conspirativa indican también que difícilmente un grupo contrario al régimen elegiría un viernes, el día en que se celebran las mayores manifestaciones, para ensombrecerlo con un atentado.
Y señalan que habría resultado más lógico, de tratarse de un ataque contra el régimen, elegir una de las frecuentes manifestaciones oficialistas o un barrio habitado por altos funcionarios, en lugar de uno conservador e islamista como Al Midan. La crueldad del régimen sirio, y su experiencia en la organización de atentados con bomba en Líbano, están fuera de duda.