La policía palestina liberó este 21 de enero de 2012 a una joven palestina que llevaba nueve encerrada a cal y canto en el cuarto de baño de su casa.
El suceso tuvo lugar en la ciudad de Kalkilia, en el norte de Cisjordania.
Según informó la Policía, el padre justificó el encierro en una «disputa familiar». Los detalles de esa ‘disputa’ se desconocen.
Los agentes entraron en la vivienda tras recibir denuncias de varios vecinos.
En un primer momento, el padre trató de impedir que accesideran al servicio, que estaba cerrado con llave, pero la joven empezó a gritar y la Policía le obligó a entregar la llave y logró abrir la puerta.
En el reducido espacio los agentes encontró a la desesperada joven tumbada sobre un colchón y cubierta con una manta. Eso es todo con la la víctima, que acaba de cumplir los 20 años, ha pasado los últimos nueve años de su vida.
El castigo se inició cuando la joven era una niña de tan solo once años y residía en la cercana localidad de Nabi Elías.
Continuó cuando la familia se trasladó a una nueva vivienda en la ciudad de Kalkilia.
El padre ha sido detenido y la hija está siendo atendida por los servicios sociales.