La organización sindical obrera israelí, la Histadrut, convocó para hoy una huelga general para presionar al Gobierno de Benjamín Netanyahu a que deje de contratar empleados a través de agencias de contratación externas y en condiciones muy inferiores a las de cualquier funcionario.
Enfermeras de los hospitales públicos, personal universitario, empleados de aeropuertos, puertos marítimos, la bolsa, oficinas de inmigración, bancos, servicios ferroviarios y el Instituto Nacional de Seguros no acudirán hoy a sus puestos de trabajo, después de que la Histadrut suspendiese ayer las negociaciones con el Ministerio de Finanzas, informó hoy el servicio de noticias Ynet.
También se han comprometido a seguir la huelga los trabajadores de museos, teatros y otros centros culturales.
La huelga puede llegar a costar al mercado israelí casi 1.000 millones de shékels, o 204 millones de euros, según el diario Maariv.
La Histadrut exige al Gobierno israelí que ponga fin a lo que considera explotación de cientos de miles de funcionarios que la Administración pública tiene contratados a través de agencias de empleo desde hace años y que llegan a cobrar la mitad que un funcionario regular.
La ley israelí establece que este tipo de contratos pueden durar únicamente nueve meses, pero una brecha legal en la subcontratación ha permitido prorrogarlos durante años
En esa condición están unos 400.000 empleados israelíes, una buena parte de ellos en cargos públicos y para los que la Histadrut demanda un plan de regularización a medio plazo.
En noviembre pasado una huelga similar fue aplazada para permitir a las dos partes negociar, pero las conversaciones no llegaron a buen puerto.