Protestan no porque fuera de plata y no de oro, sino porque la atleta enseñaba el ombligo cuando llegó exhausta a la meta.
Una ciudad industrial exclusivamente para mujeres se construirá en Hofuf, al este de Arabia Saudí, para dar un ambiente de trabajo acorde con las estrictas costumbres del reino.
Escribe Caroline Davis en el británico ‘The Guardian’ que lo que pretenden en teoría las autoridades del reino es que trabajen más mujeres saudíes y que adquieran una mayor independencia financiera, al tiempo que se mantiene la segregación por género.
Las autoridades saudíes calculan que la nueva ciudad podrá ofrecer 5.000 puestos de trabajo a mujeres en la industria textil, productos farmacéuticos e industrias de procesamiento de alimentos, con empresas dirigidas por mujeres.
Hay otras cuatro propuestas presentadas para construir cuatro ciudades industriales exclusivamente para mujeres empresarias y trabajadoras en Riad, la capital del país.
La Autoridad Saudí para la Propiedad Industrial (Modon), que está construyendo la ciudad industrial para mujeres de Hofuf, espera que la ciudad esté lista el próximo año.
La segregación entre sexos se aplica en Arabia Saudí, donde la sharia wahabí y las costumbres tribales conforman una sociedad ultra conservadora, que aún no permite conducir a las mujeres.
En lo que se refiere a masa laboral, las mujeres apenas representan en Arabia Saudi el 15% del total.
EL OMBLIGO DE LA TUNECINA
Los hay grandes, pequeños, para dentro, hacia fuera y hasta bonitos. El de Habiba Ghribi es normalito.
Lo importante de esta mujer son sus piernas, sus pulmones y su tremendo corazón. Fue con eso con lo que consiguió llegar segunda en los 3.000 metros obstáculos.
Y esa medalla, una de las tres que logró Túnez en los JJOO de Londres, en lugar de hacer saltar al unísono de alegría a los 11 millones de habitantes del país, tiene de los nervios a muchos.
No porque fuera de plata y no de oro, sino porque la atleta enseñaba el ombligo cuando llegó exhausta a la meta.
Como lo oyen. Casi a la vez que miles de ciudadanos se manifiestan exigiendo que la igualdad de la mujer sea consagrada en la Carta Magna y no obviada como pretenden los islamistas, cientos de sujetos de todo pelaje y condición claman en calles y en medios de comunicación demandando una castigo para la ‘inmoral‘ atleta.
Como escribe este 15 de agosto de 2012 Alfonso Rojo en ‘ABC‘, el único consuelo es que en Túnez, por el momento, son más los que piden libertad, que los que quieren cercenarla.
En Arabia Saudí, donde los ‘piadosos‘, cínicos y corruptos emires del petróleo han anunciado la construcción una ciudad exclusivamente para mujeres al este del reino, para crear un ambiente de trabajo acorde con las estrictas costumbres musulmanas, no se ha escuchado ni ‘mus’.