Está en prisión desde 2009 y ya le dieron 300 de los 500 latigazos a que fue condenada
Un martirio de 500 azotes, a razón de 50 por semana. El espinazo de la egipcia Naglaa Wafa ha sufrido ya 300 de los latigazos impuestos por un tribunal saudí en castigo por un litigio con una princesa local. Pero no puede más.
Tras el breve receso del mes sagrado de Ramadán, la diseñadora regresa a la rutina de los golpes y organizaciones de derechos humanos -egipcias e internalcionales- han levantado por fin la voz.
Activistas de derechos humanos presentaron este 28 de agosto de 2012 una queja a la ONU por la «flagrante violación», por parte de Arabia Saudita, del derecho a la seguridad de Naglaa, una diseñadora y activista egipcia condenada a 5 años de cárcel y 500 latigazos en un proceso en el que no tuvo derecho a defensa.
Los activistas exigen que el organismo internacional reclame la liberación de la mujer, que tuvo un altercado laboral con una princesa saudita y se encuentra presa en una cárcel de Riad desde el año 2009.
La denuncia de la Organización Egipcia para los Derechos Humanos (EOHR) fue enviada al Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, al Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria, a la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos y la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
En una carta, la EOHR pidió a estas instancias de Naciones Unidas que trabajen por la liberación inmediata de la mujer y el cese de la flagelación de que es objeto.
Su liberación es también solicitada por defensores de derechos humanos de todo el mundo árabe, ya que la mujer, diseñadora y madre de dos hijos, además de ser condenada a 5 años de prisión es azotada con regularidad.
El grupo denunciante condenó asimismo la flagelación de la mujer y advirtió que el hecho constituye «una violación flagrante del derecho humano a la seguridad del cuerpo y la persona, así como una violación del derecho a un juicio justo».
Naglaa se mudó en 2002 a Riad junto con su marido y sus hijos, y fundó la ampresa «Al Hayana», donde comenzó su carrera como diseñadora de eventos y organizadora de bodas.
El padre de la mujer, Jahia Wafa relató al portal de noticias «Ahram Online» que su hija entró en contacto con la princesa y que en el marco de esa relación comercial se produjo la enemistad que terminó con su encarcelación en septiembre de 2009.
Estuvo un año y medio en prisión preventiva, y luego comenzó en los tribunales el proceso que, según la EOHR, se resolvió en tan solo 13 días y sin que la acusada pudiera presentar defensa.
Naglaa fue sentenciada a cinco años de prisión y a 500 azotes.
Según Wafa padre, su hija ya ha recibido 300 latigazos.
Pese al reclamo presentado ante Naciones Unidas, los defensores de derechos humanos sauditas creen que sólo una intervención directa del rey Abdullah podría sacar a la mujer egipcia de su situación.
La pregunta es qué chances tiene de ser indultada, ya que según informaciones procedentes de El Cairo, la princesa, cuyo nombre la familia de Wafa ha decidido no hacer público, pertenece al círculo íntimo de la familia real.
