La Inteligencia israelí interceptó una charla de funcionarios sirios que implica al régimen en el ataque químico
A las amenazas de represalias directas que ya han lanzado contra Siria países como EEUU, Francia, Reino Unido o Turquía se han sumado hoy las de la OTAN.
Su secretario general, el danés Anders Fogh Rasmussen no se ha limitado a condenar «en los términos más duros posibles» el ataque con armas químicas en los alrededores de Damasco del pasado 21 de agosto.
También asegura que «la información disponible de distintas fuentes» apunta al régimen de Bachar el Asad como responsable.
Y ha ido un paso más allá:
«Cualquier uso de estas armas es inaceptable y no puede quedar sin respuesta».
La frase iba en un comunicado tras reunirse con los embajadores de los 28 países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
«Condenamos en los términos más duros estos vergonzosos ataques, que causaron una gran pérdida de vidas».
Rasmussen da por descartada la responsabilidad del Gobierno sirio en el ataque, subrayando que es el régimen de Damasco el que «custodia los arsenales de armas químicas» y que, a priori, está detrás de los hechos.
«Información disponible de un amplio abanico de fuentes apunta al régimen sirio como responsable del uso de armas químicas en estos ataques».
Rasmussen subrayó que el uso de ese tipo de armamento «es inaceptable y no puede quedar sin respuesta».
«Los responsables deben rendir cuentas».
La OTAN seguirá analizando de cerca la situación en Siria y asistiendo a Turquía en la protección de la frontera sureste de la Alianza, señaló Rasmussen en referencia a las baterías de Patriot que los aliados tienen desplegadas desde hace meses en suelo turco.
La Alianza Atlántica ya había señalado en varias ocasiones que el uso de armamento químico en Siria suponía una línea roja dentro de un conflicto del que hasta ahora ha preferido mantenerse al margen.