El islamista Recep Tayyip Erdogan ha ganado este domingo, 10 de agosto de 2014, las elecciones presidenciales turcas de forma directa con un 51,8 por ciento de los votos, según ha confirmado la comisión Electoral. De esta forma, no tiene necesidad de una segunda vuelta, al ganar con mayoría absoluta.
Con esta victoria, el primer ministro Erdogan sucederá al saliente presidente Abdulah Gül para un mandato de cinco años. Su rival más cercano, el académico Ekmeleddin Ihsanoglu, obtuvo el 38,5 por ciento y el activista kurdo Selahattin Demirtas, el 9,8 por ciento, según el diario Hürriyet.
Ihsanoglu ya felicitó a Erdogan por su victoria y le deseó «éxito» en su próximo cargo, en una breve declaración a los periodistas en Estambul.
Además, quiso destacar que ha obtenido unos resultados «excepcionales» al rozar el 40 % ya que «cuando se inició la campaña, dijeron que nadie conocía a Ihsanoglu».
«A partir de hoy, con una nueva comprensión de la reconciliación nacional, quiero construir un nuevo futuro subrayando nuestras similitudes», declaró Erdogan en su primer discurso ante miles de partidarios que lo jalearon en el centro de Ankara.
«Todos los ciudadanos de este Estado, tanto musulmanes, como cristianos, kurdos, alevíes, suníes, griegos o armenios, todos somos ciudadanos de Turquía», agregó.
Desde el primer momento, Erdogan ha querido recalcar su compromiso por fomentar y mejorar la cohesión entre la ciudadanía de Turquía al subrayar que da «las gracias a todos los que votaron, no importa si votaban por mí o por los demás».
Además aprovechó para agradecer a los ciudadanos que lo eligieran como 12º presidente de la República Turca, y calificó el día como «histórico», al ser la primera elección directa del jefe del Estado.
Unos 53 millones de personas estaban llamados a las urnas para votar, por primera vez, a su presidente.
Los comicios, en términos generales, han contado con la aprobación de los observadores internacionales pero también han sido el objeto de las críticas de los observadores debido a los vacíos legales y problemas organizativos, entre otros, la impresión 20 millones de papeletas más de las necesarias.
Erdogan nunca ha ocultado su intención de transformar el actual sistema parlamentario a uno presidencialista, que le otorgaría muchos más poderes, si su Partido Justicia y Desarrollo (AKP) logra la mayoría de dos tercios necesaria en la Asamblea Nacional en las próximas elecciones de 2015.
Mientras tanto ha dejado claro que no será un presidente pasivo.
«Si soy elegido, seré el presidente del pueblo. Usaré todas mis competencias constitucionales», declaró el pasado abril en una reunión de su grupo parlamentario.