Los atentados de París y la entrada de asesinos disfrazados de refugiados complican las soluciones a la crisis de los inmigrantes
Bélgica y Siria son los epicentros donde se concibieron los ataques yihadistas de París que han costado ya la vida a 129 personas. Varios de los terroristas identificados residían en Bruselas y sus alrededores y allí fue donde se alquiló al menos uno de los coches empleados por los terroristas.
Al menos tres de los atacantes identificados habían pasado temporadas en Siria. Antes del múltiple ataque, contactaron con personas que residen en ese país de Oriente Próximo.
Mientras, Francia y toda Europa se hallan en estado de máxima alarma en busca de los terroristas que lograron huir tras la matanza. Las alarmas se han disparado después de que la policía identificase como uno de los fugados a Salah Abdeslam, de 26 años, que pasó de Bélgica a Francia el viernes.
La policía ha identificado ya a tres suicidas franceses, dos de ellos residentes en Bélgica. Uno de ellos es Ibrahim Abdeslam, de 31 años, hermano de Salah. Se inmoló el viernes en un restaurante del boulevard Voltaire, donde hirió a una persona.
Otro, Bilal Hadfi, de 20 años, se mató junto al Estadio de Francia. Residía en Bélgica y había pasado varios meses en Siria. El tercero es Ismail Omar Mostefai, nacido en octubre de 1985 en Courcouronnes que ahora vivía en Chartres, al suroeste de París, pero viajaba a veces a Bélgica.
Los autores de los ataques se comunicaron con anterioridad a la matanza con miembros destacados del Estado Islámico (ISIS, en sus siglas en inglés), según el diario estadounidense The New York Times, que cita fuentes de la investigación a ambos lados del Atlántico. Según ese periódico, los terroristas realizaron esta comunicación a través de un sistema encriptado.
LOS QUE ENTRARON COMO REFUGIADOS
Entraron como refugiados poniendo cara de santo y con aviesas intenciones, de las que desgraciadamente nadie se dio cuenta.
Uno de ellos era Ahmed Almuhamed de 25 años, que se ‘coló’ en Europa haciéndose pasar por un refugiado. Fue el 3 de octubre de 2015 y lo hizo desde la isla griega de Leros, con destino final a París.
Su pasaporte fue hallado en uno de los lugares de los ataques.
Lo acompañaba en su singular travesía Mohammed Almuhmed. Ambos consiguieron entrar en Serbia, siempre con pasaporte sirio.
Lo afirma este domingo 15 de noviembre de 2015 el diario serbio ‘Blic’.