La jefa de la diplomacia europea recuerda a Ankara que le han destinado 3.000 millones PARA afrontar la llegada refugiados
Vladimir Putin no se anda nunca con bromas. Y a difetencia de Barack Obama y los occidentales, tiene un plan claro en Próximo y Medio Oriente. Un plan que aplica sin vacilaciones y que está dando un vuelco al conclicto en la región.
Las fuerzas gubernamentales sirias y sus aliados rusos han intensificado la ofensiva contra los feudos rebeldes en Alepo, en el norte del país, con el objetivo de dar un vuelco a la guerra tras casi cinco años de combates.
Las tropas leales al presidente Bachar el Asad se preparan para asediar a las 350.000 personas que viven en los bastiones de la oposición en el este de la ciudad, frente al millón de habitantes que permanecen en los barrios occidentales controlados por el régimen.
Los testimonios de los trabajadores humanitarios, de las redes de observadores de la sociedad civil y de los escasos periodistas que informan desde zonas próximas al frente coinciden en apuntar que la insurgencia se desmorona en Alepo, al ver cortadas sus rutas vitales de suministro desde Turquía, mientras decenas de miles de personas huyen hacia el país vecino.