El jefe de Estado turco informó de que el pasado 14 de junio se remitió una nota a las embajadas belga y holandesa informándolas sobre la deportación de El Bakraoui
El presidente de Turquía, el islamista Recep Tayyip Erdogan, aseguró este miércoles que su país devolvió a Bélgica a uno de los implicados en los atentados de Bruselas por sospechar que participaba en actividades del Estado Islámico (ISIS) y que les advirtió de su radicalización.
La fiscalía de Bélgica ha negado las palabras del mandatario.
«En junio de 2015, detuvimos a uno de los atacantes de Bruselas en Gaziantep (provincia del sudeste de Turquía fronteriza con Siria) y lo deportamos».
Si bien Erdogan no ha dado detalles sobre a cuál de los, por ahora, cuatro implicados en la masacre se refiere, fuentes de Presidencia turca han asegurado que se trata de Brahim El Bakraoui, uno de los dos hermanos terroristas suicidas que se hizo explotar en el aeropuerto de Bruselas-Zaventem.
El jefe de Estado turco informó de que el pasado 14 de junio se remitió una nota a las embajadas belga y holandesa informándolas sobre la deportación de El Bakraoui, al que se identificaba como posible «combatiente extranjero» de grupos yihadistas, pero lamentó que, al llegar a su país de origen, el individuo fuese liberado pues «Bélgica no consideró que tuviese relación con el terrorismo».
«Detuvimos y expulsamos el 14 de julio hacia Bélgica a uno de los atacantes. Advertimos a las autoridades belgas, pero éstas lo dejaron en libertad por no disponer de pruebas contra él».
«Uno de los atacantes de Bruselas es una persona que fue detenida en junio de 2015 en Gaziantep (región al sureste de Turquía y próxima a la frontera con Siria) y deportada. A pesar de la información los belgas no consiguieron confirmar su vinculación con el terrorismo».
Erdogan también se ha referido a Holanda, a quien también habría informado de la deportación con una nota.
«El mundo tiene que redefinir el terror, el terrorismo y los terroristas», ha añadido el presidente turco, cita que recoge el diario «Hurriyetdailynews».
Entre 2011 y junio de 2015, Turquía ha detenido y deportado a más de 2.700 sospechosos, muchos de ellos de países europeos, de intentar entrar en Siria para unirse al Estado Islámico (Dáesh).
Esos deportados normalmente quedan en libertad al volver a los países europeos, donde incluso se les paga la seguridad y el paro.