José Luis Fernández Galán, alias Yusuf Galán

La Policía detiene en Madrid por terrorismo yihadista al primer condenado por el 11-S en España

Integrado en Al Qaida, en 2011 salió de prision tras nueve años y medio y se ha movido entre Murcia y la capital de España

La Policía detiene en Madrid por terrorismo yihadista al primer condenado por el 11-S en España
José Luis Fernández Galán, alias Yusuf Galán. PD

Según Interior, había desarrollado un sofisticado «modus operandi» virtual para llevar a cabo una activa labor de difusión masiva en Internet al objeto de no ser detectado

Lo que nadie con dos dedos de frente puede entender es que el facineroso siguiera moviéndose tan pancho en España y disfrutando de todo, desde la sanidad al paro. Los jueces se lo tendrían que hacer mirar y el Ministerio del Interior dar una explicación ‘convincente’.

Agentes de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional han detenido este 24 de octubre de 2017 en Madrid a un individuo de 52 años de edad y origen español por su presunta integración en la organización terrorista DAESH y el ministerio del interior identificado como la primera persona que entró en España en prisión por su relación con los atentados del 11-S en Nueva York en el año 2001.

Revela L.L.C. en ‘ABC’ que trata de José Luis Fernández Galán, alias Yusuf Galán, que salió en 2011 de la cárcel y se instaló en Murcia tras haber cumplido nueve años y medio de condena por «pertenencia o integración en organización terrorista y tenencia ilícita de armas».

Sospechoso de colaborar con Herri Batasuna en los años 80, Galán se convirtió al Islam, fundó una asociación cultural desde la que lanzaba mensajes muy radicalizados y dejó su trabajo en una muy conocida compañía de mensajería.

Se sabe que se involucró en un comando integrista radicado en España y que tras los ataques a las torres gemelas fue filmado junto a la mezquita de Madrid, donde desarrollaba actividades de proselitismo para captar fieles para el terrorismo islamista.

Su arresto ahora se produce, de nuevo por sus actividades de captación, adoctrinamiento y adiestramiento.

Según Interior, había desarrollado un sofisticado «modus operandi» virtual para llevar a cabo una activa labor de difusión masiva en Internet al objeto de no ser detectado.

Hacía acopio de una importante cantidad de material el cual alojaba de manera simultánea en varios de sus perfiles, o a través de hilos de mensajería instantánea para alcanzar al mayor número de personas.

Para ello empleaba el lenguaje virtual habitual en estos foros, comentando o compartiendo contenidos como parte de la estrategia global de DAESH de emplear la red mundial como medio para transmitir los valores ideológicos terroristas.

Junto a este adoctrinamiento intelectual, otro pilar fundamental en su estrategia delictiva era realizar el adiestramiento operativo en técnicas de combate de otras personas.

Para ello publicaba vídeos en los que él mismo aparecía manejando armas blancas con gran destreza, acompañados de mensajes altamente explícitos, dirigidos a la comisión de acciones terroristas.

Incidía especialmente en el acondicionamiento psicológico de los nuevos reclutas, a los que preparaba mentalmente para que finalmente mostraran su disposición a cometer atentados terroristas, amparados en mandatos divinos sobre el martirio.

Condenado por su integración en la organización terrorista Al Qaida, tras su puesta en libertad, el detenido había desarrollado en los últimos años un perfil afín a la figura del cibersoldado, la versión 2.0 del combatiente yihadista que emplea la red informática para compartir, interactuar y propagar el ideario terrorista. Lejos de reconducir su conducta, el detenido había implementado sus acciones como parte de su compromiso con los postulados ideológicos y terroristas de DAESH.

Tras convertirse en «el primer condenado en España por los atentados acaecidos en Nueva York el 11 de septiembre y después de más de nueve años en prisión» por «pertenencia o integración en organización terrorista y tenencia ilícita de armas», salió de prisión en mayo de 2011.

A pesar de haber afirmado en declaraciones a los medios de comunicación, que él buscaba «vivir en paz» y afirmaba no ser un terrorista, el detenido continuó siendo objeto de seguimiento por parte de los agentes de la Policía Nacional, que detectaron que había renovado su compromiso desarrollando actividades de muyahidin virtual para cumplir con los requerimientos de la Yihad Virtual o Electrónica y actividades de adiestramiento operativo de terceros dentro de la Yihad Violenta.

La operación, que continúa abierta, se ha desarrollado bajo la supervisión del Juzgado Central Instrucción Número dos y coordinación de la Fiscalía de la Audiencia Nacional.

La invasión musulmana en España contada en 2 minutos

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído