LAS COSAS DEL GOBIERNO SOCIALISTA Y SUS AMIGOS

El Gobierno Sánchez no se suma a las críticas a Arabia Saudí por el ‘Caso Khashoggi’ y sigue vendiendo bombas a los jeques

El Gobierno Sánchez no se suma a las críticas a Arabia Saudí por el 'Caso Khashoggi' y sigue vendiendo bombas a los jeques
El príncipe heredero, Mohamed bin Salman, con las amnos manchasa de la sangre de Khashoggi, lo que no parece afectar a Sánchez, Robles y Borrell. EP

El Gobierno Sánchez no se suma a las críticas a Arabia Saudí por el ‘Caso Khashoggi’ y sigue vendiendole bombas  los toturadores del reino del petrodólar, por temor a que los jeques se enfaden, suspendan contratos y en plena campaña de las elecciones autonómicas andaluzas cancelen los pedidos a los astilleros gaditanos (El Ejecutivo socialista español se la envaina una vez más y enviará a Arabia Saudí las 400 bombas ‘letales’).

Sánchez y su equipo evitan asi adoptar la línea europea más crítica con la muerte de Jamal Khashoggi (Se confirma que agentes de Arabia Saudí, amigos del emir, descuartizaron al periodista).

El Gobierno socialista, obligado por las circusntancias, emitió este 20 de octubre de 2018 un comunicado en el que aseguraba estar «consternado» por la muerte del periodista saudí, aunque basaba su análisis en la información divulgada por la fiscalía saudí, sin cuestionar abiertamente la credibilidad de las diferentes versiones emitidas por Riad, como sí hace el comunicado conjunto firmado por París, Berlín y Londres ( Donald Trump dice ahora que no está satisfecho con la explicación saudí sobre el asesinato de Jamal Kashoggi).

España tampoco frena -al menos de momento- la jugosa venta de armamento a Arabia Saudí, una medida anunciada este domingo por Alemania (Angela Merkel suspende la venta de armas a Arabia Saudí por la bestialidad del ‘Caso Khashoggi’).

En contra de lo que habitual,ente predican, como les pasa con la inmigración, Sánchez y su equipo temen como a la peste que un ‘desaire’ a la caprichosa, autoritaria y represora monarquía saudí ponga en riesgo el contrato millonario (1.800 millones de euros) de construcción de corbetas por parte del astillero español Navantia.

Los mismos que criticaron con saña a Rajoy, sostienen en privado desde La Moncloa, que los nutridos flujos comerciales entre ambos países -el último ejemplo es el AVE a la Meca, inaugurado este mes y adjudicado a un consorcio hispanosaudí por 6.736 millones de euros en 2011- imponen un tono prudente en el Ejecutivo español frente a Riad.

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