MUERTE DE UN PERIODISTA

El reloj del periodista saudí Jamal Khashoggi grabó su propio asesinato

Donald Trump amenaza a Riad con un "castigo severo" si se prueba que asesinó y descuartizó a reportero disidente

El reloj del periodista saudí Jamal Khashoggi grabó su propio asesinato
El periodista y disidente saudí Jamal Khashoggi. EP

El reloj inteligente que llevaba el desaparecido periodista y disidente saudí Jamal Khashoggi cuando acudió al consulado de su país en Estambul, el pasado 2 de octubre de  2018, grabó su asesinato (‘El País’ intenta salvar el culo a Sánchez, publicando que la culpa de la venta de bombas a Arabia Saudí es de… Rajoy).

Eso asegurá este 13 de octubre de 2018 el diario oficialista turco Sabah. «Khashoggi sincronizó el reloj con su teléfono móvil, que dejó (en manos de) su novia antes de entrar (en el consulado)», explica el diario, citando «fuentes fiables» de la investigación.

«Las conversaciones durante su asesinato fueron grabadas por el reloj y enviadas al teléfono y al registro en la nube o sistema de almacenamiento en servidores remotos».

El rotativo agrega que los agentes de inteligencia saudíes se dieron cuenta del reloj y trataron de borrar las grabaciones de la nube, pero no pudieron eliminar todos los archivos (¿Por qué Podemos y La Sexta no piden la ruptura de relaciones con Arabia Saudí?).

Según concluye Sabah, la policía y los servicios de inteligencia turcos (MIT) lograron «revelar el asesinato analizando en la nube las grabaciones de audio que los saudíes no pudieron borrar».

POCAS BROMAS

Donald Trump amenazó este 13 de octubre de 2018 a Arabia Saudí con un «castigo severo» si se demuestra que agentes saudíes asesinaron y descuartizaron al periodista Jamal Khashoggi, un suceso que el mandatario consideró «realmente terrible y asqueroso».

En una entrevista con la cadena CBS, el presidente de Estados Unidos prometió que tomará represalias contra el Gobierno saudí, tradicional aliado de Washington en Oriente Medio, si se descubre que ordenó el asesinato de Khashoggi, que fue visto por última vez el 2 de octubre en el consulado saudí en Estambul.

«Vamos a llegar al fondo del asunto y habrá un severo castigo», prometió Trump en un extracto de una entrevista con la cadena CBS que se emitirá completa mañana.

El mandatario, sin embargo, no precisó si su Ejecutivo está barajando alguna acción concreta.

Un grupo de senadores, liderado por el republicano Bob Corker y el demócrata Robert Menéndez, dio el pasado miércoles a Trump un plazo de 120 días para decidir si EEUU debe imponer sanciones contra cualquier funcionario saudí que pueda estar implicado en la desaparición o muerte de Khashoggi.

Reticente a sanciones

Hasta ahora, Trump ha manifestado reticencias a la imposición de sanciones y tampoco se ha mostrado dispuesto a suspender la venta de armas al reino, el mayor cliente de la industria armamentística estadounidense y que, solo en 2017, acordó la compra de armamento por valor de 18.000 millones de dólares.

Preguntado al respecto, Trump explicó que otros países, como Rusia y China, han tratando de conseguir contratos armamentísticos con Arabia Saudí y argumentó que terminar con ese abundante flujo comercial podría perjudicar a la economía estadounidense.

«Están ordenando equipos militares. Todo el mundo quería ese pedido [de Arabia Saudí]. Rusia lo quería, China lo quería, nosotros lo queríamos. Y nosotros lo conseguimos, conseguimos todo. Y le diré lo que no queremos (…), no queremos perjudicar al empleo. No queremos perder un pedido como ese», dijo Trump a la periodista que le entrevistaba.

«Y usted sabe -añadió- existen otras formas de castigo, usando una palabra que es bastante dura, pero es verdad».

El Gobierno saudí niega haber dado la orden de matar a Khashoggi, un periodista que escribía en el diario The Washington Post y que había criticado al actual príncipe heredero, Mohamed bin Salman.

Sin embargo, según publicó esta semana el Post, el Ejecutivo turco ha dicho a funcionarios estadounidenses que tiene vídeos y grabaciones de audio que demuestran que Khashoggi fue asesinado en el interior del consultado saudí en Estambul por un equipo de seguridad, que posteriormente desmembró su cuerpo.

Khashoggi había acudido al consulado saudí para recoger unos documentos que necesitaba para poder casarse con su novia turca, que se quedó esperando fuera del edificio.
Asunto especialmente grave

A pesar de las negativas de Riad, Trump consideró este sábado que las autoridades saudíes podrían estar detrás del supuesto crimen.

«Se está investigando, se está analizando con mucha fuerza. Y si eso fuera así, estaríamos muy molestos y enojados. Por ahora, ellos lo niegan vehementemente. ¿Podrían ser ellos? Sí», concedió Trump, quien posteriormente aseguró: «En un futuro no muy lejano, creo que sabremos una repuesta».

Por otro lado, el mandatario, muy crítico con la prensa estadounidense, consideró que el asunto es especialmente grave porque se trata de un periodista.

«Quizás porque era un reportero, creo que por eso hay mucho en juego aquí. Es algo que te sorprenderá que yo diga, pero hay algo muy terrible y asqueroso sobre eso, si ese es el caso. Vamos a tener que ver», señaló.

A lo largo de la semana, Trump ha ido endureciendo su tono sobre la desaparición de Khashoggi, que residía en Estados Unidos.

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