Estados Unidos mantiene su enfado y presión contra Turquía por la compra de sistemas antiaéreos rusos S-400.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, advirtió a su homólogo turco, Mevlut Cavusoglu, de que la compra por parte de Ankara del sistema de defensa aérea ruso S-400 “pone en peligro la seguridad del personal estadounidense”.
Según un comunicado emitido por el Departamento de Estado, Pompeo y el ministro de Exteriores de Turquía han mantenido una conversación telefónica en la que han discutido las sanciones impuestas contra el país otomano el 14 de diciembre por la adquisición de S-400.
Pompeo ha trasladado a Cavusoglu que las sanciones se enmarcan en la Ley para Contrarrestar a Adversarios a Través de Sanciones (CAATSA) de Estados Unidos.
En este sentido, insistió en que esta adquisición “pone en peligro la seguridad del personal y la tecnología militar de Estados Unidos y permite el acceso de Rusia a las Fuerzas Armadas y la industria de defensa turcas”.
Según el secretario de Estado, las sanciones han sido impuestas con el objetivo de evitar que Rusia reciba ingresos, acceso e influencia sustanciales, y ha subrayado que no tienen por objeto socavar la capacidad militar de Turquía o “de cualquier otro aliado o socio de Estados Unidos”.
Por último, ha instado a Ankara a resolver la cuestión del S-400 “de manera coherente” con la historia de cooperación en el sector de la defensa de ambos países, así como a “volver a comprometerse con sus obligaciones de la OTAN para comprar armamento interoperable”.
En este sentido, el Gobierno de Turquía ha asegurado que no dará marcha atrás en su decisión de comprar a Rusia el sistema de defensa antiaéreo S-400 a pesar de las sanciones de Estados Unidos y ha reiterado que responderá a Washington con reciprocidad, sin dar más detalles al respecto.
Las sanciones afectan a la Presidencia de Industrias de Defensa (SSB) de Turquía e incluyen “una prohibición de todas las licencias y autorizaciones de exportación a la empresa y la congelación de los bienes y la restricción del visado de Ismail Demir, presidente de la SSB, y de otros oficiales.