Una de las jóvenes modelos ucranianas, arrestadas por los cínicos y ‘moralistas’ jeques de Dubai, por hacer una una sesión de fotos con clasificación X en el balcón de un rascacielos del emirato, afirma que se vio obligada a participar en el truco, y todavía está atrapada en los Emiratos Árabes Unidos.
Irina Sotulenko, de 23 años, es la primera de unas 20 modelos en hablar sobre el alboroto, por el que han sido acusadas de libertinaje público y encerradas en sórdidas mazmorras, bajo contante vigilancia de la ‘policía moral’ islámica.
La rubia curvilínea critica al organizador del evento, el ucraniano-estadounidense Vitaliy Grechin, de 41 años, en mensajes a su novio.
Dice la chica que no entiende como Vitaly permitió que las imágenes ‘obscenas’ se publicaran en línea, sabiendo como las gastan los jeques musulmanes.
Sotulenko explica que aprovecho un descuido para escapara al aeropuerto, pero las autoridades de Dubai le ordenaron regresar a la ciudad.
Pero a pesar de las garantías, todavía está atrapada en el país árabe y le han notificado que será deportada y que no prodrá regresar allí antes de cinco años..
Grechin, un empresario que ha sido visto presionando la carne con Barack Obama, comiendo con George Clooney y posando con Hillary Clinton en fotos publicadas por The Sun, también fue detenido, dijo la modelo.
«Todo esto por culpa de los idiotas a los que se les ocurrió la idea de subir esto a Instagram», dijo Sotulenko a East2West.
“Es solo… Vitaliy… Grechin… Eres un idiota total. Es un hombre adulto, ¿cómo puede ser tan idiota?».
«Les dije: ‘Chicas, estamos en un país árabe, no nos la juguemos’. Pero, maldita sea, nos obligaron a ir a este balcón, tomamos fotos y Dios sabe qué será lo próximo».
“Trajeron un fotógrafo profesional. Bueno, Grechin también tomó fotos solo, pero también había un fotógrafo ”.
El novio de 30 años de Sotulenko, Vitaly, dijo que sabía que iba a Dubai para una sesión de fotos desnuda, pero no que sería en un entorno público que llevaría a denuncias de indecencia y ofensas a la moral pública de los musulmanes.
«Los empujaron al balcón», dijo el trabajador de TI al medio de comunicación.
“Las chicas empezaron a indignarse ya preguntar por qué iban allí.
“Dijeron: ‘Este es un país musulmán, por eso todos tendremos problemas’, pero les dijeron: ‘No olviden quién paga, por favor vayan al balcón’”.
Vitaly describió a su novia como filóloga y graduada de la Universidad Nacional Taras Shevchenko de Kiev.
