En su mayoría son mujeres

Continúa el misterio de los cientos de estudiantes «envenenados» en Irán

Algunos consideran que es una represalia del Gobierno ante las protestas contra el Régimen, que suceden desde septiembre

Continúa el misterio de los cientos de estudiantes «envenenados» en Irán

Durante los últimos tres meses, más de mil estudiantes iraníes, principalmente colegialas, se han enfermado en lo que se ha reportado como una ola de envenenamientos, presuntamente con gases tóxicos.

El pasado miércoles, en al menos 26 escuelas de todo el país, decenas de niñas se mostraron enfermas y con síntomas similares: problemas respiratorios, náuseas, mareos y fatiga.

Fue en una escuela de la ciudad de Qom donde se notificó el primer caso conocido de enfermedad, cuando 18 estudiantes fueron trasladadas al hospital el 30 de noviembre del año pasado. Desde entonces, los medios locales han informado que al menos 58 escuelas en ocho provincias se han visto afectadas, siendo las niñas en su mayoría las víctimas, tanto en escuelas primarias como secundarias, aunque se han registrado algunos informes de niños y maestros afectados.

El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, ha ordenado una investigación para encontrar la «causa raíz» de una serie de incidentes en los que decenas de estudiantes han caído enfermas en escuelas de todo el país. Sin embargo, los funcionarios del gobierno han dado explicaciones contradictorias, lo que ha aumentado la preocupación de la población.

Entre las teorías que circulan, muchos en Irán creen que los estudiantes están siendo envenenados deliberadamente en un intento por cerrar las escuelas de niñas, que han sido uno de los centros de las protestas contra el gobierno desde septiembre.

Cabe señalar que la mayoría de las escuelas en Irán son de un solo sexo, lo que ha llevado a algunos alumnos y padres a inferir que las niñas en edad escolar han sido envenenadas como represalia por participar en las recientes protestas contra el régimen.

Pero todavía se desconoce la causa de la enfermedad.

Según el miembro asociado del Instituto Real de Servicios Unidos y experto en armas químicas, Dan Kaszeta, encontrar la sustancia causante de la enfermedad suele ser la única evidencia útil, pero también puede ser una tarea extremadamente difícil. En un tuit, explicó que las sustancias pueden desaparecer o degradarse, por lo que la recolección de una muestra adecuada requiere la presencia en el lugar, en el momento exacto de la exposición y con el equipo necesario.

Según ha trascendido, muchos relatos de los testigos se han centrado en los olores en los incidentes iraníes. Han sido asociados con mandarina o pescado podrido.

Sin embargo, el experto en armas químicas, afirmó que esto puede ser engañoso ya que «los diversos olores descritos son difíciles de relacionar con peligros químicos particulares» y que no proporcionan una prueba concluyente.

En algunos videos que se han difundido, se puede oír a las niñas quejándose del gas lacrimógeno, el cual ha sido utilizado en gran medida durante las últimas protestas contra el gobierno. Kaszeta estima que esto es «plausible de alguna manera», ya que el gas lacrimógeno de mala calidad puede liberar «mucha basura» con una variedad de olores.

Según el experto, las pruebas biomédicas, como los análisis de sangre y orina, podrían ofrecer una solución al problema, pero son complicadas debido a la gran cantidad de agentes a los que se les puede atribuir la enfermedad. «La lista de sustancias químicas que podrían ser desagradables e irritantes y causar enfermedades es enorme, con cientos de miles de compuestos», afirmó.

Kaszeta detalla que los incidentes en Irán tienen similitudes con una serie de presuntos casos de envenenamiento en escuelas afganas durante la década del 2010. Sin embargo, en su opinión, la falta de una investigación adecuada en aquellos casos ha impedido en gran medida su resolución.

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