Pocas bromas.
Sobre todo con un país como Israel que se juega cada díua la supervivencia y tiene firmemente grabada en la memoria de sus habitantes que -a la hora de la verdad- sólo pueden confiar en ellos mismos.
Saben que la comunidad internacional, como ocurrió de forma espantosa en tiempo de Hitler, nunca acudirá en sus ayuda y no cederán gratuitamente un palmo, como acaba de subrayar Benjamin Netanyahu.
Netanyahu acusa a Hamás de incumplir partes del acuerdo en el último momento
El primer ministro israelí ha anunciado este jueves, 16 de enero de 2025, que su gabinete no se reunirá como estaba previsto para aprobar el acuerdo de alto el fuego en Gaza.
El motivo alegado es que Hamás está incumpliendo partes del acuerdo alcanzado con la mediación de Qatar, Egipto y Estados Unidos.
Esta noticia llega apenas 24 horas después de que se anunciara un principio de acuerdo para una tregua de seis semanas que incluiría el intercambio de rehenes israelíes por terroristas palestinos presos en cárceles israelíes.
El acuerdo, que debía entrar en vigor el próximo domingo, ha quedado ahora en suspenso, sumiendo a la región en una nueva incertidumbre.
Según la oficina de Netanyahu, «Hamás está retrocediendo en ciertos aspectos del acuerdo negociado con mediadores e Israel, intentando extraer concesiones de última hora».
El primer ministro israelí ha subrayado que el gabinete permanecerá inactivo hasta que los mediadores confirmen que los terroristas de Hamás han aceptado todos los términos del acuerdo.
Por su parte, Izz al-Rheq, alto cargo de Hamás, ha declarado que el grupo palestino está comprometido con el acuerdo de alto el fuego anunciado por los mediadores el miércoles.
Esta contradicción entre las partes añade una capa adicional de complejidad a una situación ya de por sí tensa.
El acuerdo, tal y como se había anunciado inicialmente, contemplaba los siguientes puntos principales:
- Una tregua de seis semanas en las hostilidades.
- La liberación de 33 rehenes israelíes retenidos en Gaza, comenzando por dos ciudadanos estadounidenses.
- La liberación de prisioneros palestinos en cárceles israelíes.
- Un aumento significativo de la ayuda humanitaria a Gaza, con la entrada de más de 500 camiones diarios durante el período de alto el fuego.
Muchos detalles y el cronograma exacto de implementación permanecen sin aclarar, lo que podría haber contribuido a la actual situación de impasse.
Mientras tanto, la violencia en la región no ha cesado.
Los ataques aéreos israelíes han continuado durante la noche y la madrugada de este jueves, causando la muerte de al menos 46 palestinos, según las autoridades sanitarias de Gaza.
Estos hechos ponen de relieve como presiona Israel y subrayan la urgencia para los palestinos de alcanzar un alto el fuego efectivo y duradero.
La comunidad internacional ha reaccionado con preocupación ante este nuevo obstáculo en el camino hacia la paz.
El presidente estadounidense Joe Biden había expresado su esperanza de que las conversaciones pudieran extenderse más allá del alto el fuego a corto plazo, entrando en una segunda fase que podría buscar «una conclusión permanente del conflicto». Ahora, estas aspiraciones parecen más lejanas.
Las organizaciones humanitarias, que habían acogido con satisfacción el anuncio del acuerdo, se encuentran ahora en una situación de incertidumbre.
Agnès Callamard, Secretaria General de Amnistía Internacional, había declarado que «la noticia de que se ha alcanzado un acuerdo de alto el fuego traerá un atisbo de alivio a las víctimas palestinas del genocidio de Israel. Pero llega amargamente tarde».
El retraso en la aprobación del acuerdo también ha generado reacciones entre las familias de los rehenes israelíes y sus simpatizantes.
Algunos han organizado una sentada frente a la oficina de Netanyahu, instando al gabinete a no finalizar el acuerdo de intercambio de prisioneros con Hamás.
Yehoshua Shani, cuyo hijo, el capitán Uri Shani, perdió la vida durante el conflicto, expresó en un mensaje de vídeo: «No aprueben un acuerdo que equivale a la rendición, poniendo en peligro a los rehenes restantes y comprometiendo la seguridad de Israel».
La situación actual plantea varias preguntas cruciales:
- ¿Cuáles son exactamente los puntos de desacuerdo entre Israel y Hamás?
- ¿Cómo afectará este retraso a la confianza entre las partes y a la viabilidad de futuros acuerdos?
- ¿Qué papel jugarán los mediadores internacionales en la resolución de este nuevo obstáculo?
- ¿Cómo impactará esta situación en la ya crítica situación humanitaria en Gaza?
Es importante señalar que este conflicto se desarrolla en un contexto político más amplio, tanto a nivel regional como internacional.
La reciente victoria de Donald Trump en las presidenciales de EEUU ha añadido un nuevo elemento a la ecuación.
Aunque es prematuro establecer una relación directa entre este resultado electoral y las negociaciones en curso, es evidente que ha influido en el cálculo político de las partes implicadas.
Trump, conocido por su apoyo incondicional a Israel durante su mandato, está ejerciendo una influencia indirecta en la postura negociadora de Netanyahu.