No más Mentiras

Antonio García Fuentes

VIAJE A PAÍSES ALPINOS XII

VIAJE A PAÍSES ALPINOS XII

Iniciamos el sábado veinte de noviembre, a las siete de la mañana, hora en que somos despertados. A las siete treinta estamos desayunando y a las ocho subiendo en nuestro autocar y nos dirigimos de inmediato a nuestra primera visita, la que será al «Palacio de Invierno» de la familia imperial y el que está situado en pleno centro de Viena, pese a su gran extensión.
Bajamos de nuestro vehículo, casi «a las puertas» de la denominada, «Ala de San Miguel» (fachada que da a la plaza de igual nombre) y que es la parte más moderna (1890-93) de este gran conjunto de palacios del que doy un boceto.
El nombre genérico es el de «Hofburg» y fue la residencia invernal de todos los soberanos Habsburgo, desde 1278, hasta 1918, o sea 640 años ininterrumpidos ocupando estos palacios, hasta que fue «destruido» el imperio. El primero de los palacios fue un castillo gótico, después palacio renacentista y a los que se le fueron añadiendo otras enormes construcciones palaciegas, que hoy conforman todo este extenso conjunto, donde existe la capilla de la corte, que fue donde «nacieron y actúan», «Los Niños Cantores de Viena»; La Escuela de Equitación Española, La Biblioteca Nacional, el Tesoro Imperial y diferentes plazas, jardines y departamentos enormes, donde debió residir junto al emperador, la enorme burocracia de un estado centralizado y «absoluto»… y de las dimensiones que llegara a tener el «Imperio Austro-Húngaro».
Sólo visitamos la denominada Capilla de la Corte, donde a lo largo de siglos, se celebraron las principales ceremonias religiosas de las familias imperiales. Nuestro guía nos va ofreciendo una detallada disertación de todo ello y la que por causas obvias no reflejo (sería interminable) pero sí que reflejaré un interesante detalle, cual es el siguiente… «Al morir todos (o casi todos) los emperadores de la casa de «Los Habsburgo», dejaban previsto en «sus últimas voluntades», el que fueran enterrados de la siguiente manera»… El corazón, en un determinado templo, el resto de vísceras en otro y el resto del cuerpo, debidamente embalsamado… en un tercero. Yo al oír aquello, de inmediato me acordé de los faraones del antiguo Egipto, los que eran «enterrados» de forma parecida, puesto que al embalsamarlos, sus vísceras eran extraídas y depositadas en unos recipientes «especiales» (vasos canopos) los que situaban en las fastuosas tumbas pero fuera del sarcófago y ello por… «ciertas creencias religiosas que recomendaban este proceder, con los muertos de aquel fastuoso imperio del que aún nos falta mucho por saber.»… curiosas, estas similitudes o coincidencias mortuorias.
Seguidamente pasamos a las dependencias imperiales que permiten sean visitadas; y mientras efectuamos el recorrido, el guía nos sigue relatando, la historia de esta familia, la que no sólo reinara largamente en este Imperio, sino que también lo hicieron sus miembros en otros Imperios y países europeos, mediante los pactos o alianzas y «la compra-venta (no eran otra cosa las fabulosas «dotes» para aceptar o concertar los casamientos) de los herederos o herederas de las testas coronadas del momento», puesto que «los Habsburgo» solo pensaron (o lo hicieron principalmente) en… «la perpetuación de la dinastía y en atesorar estados y riquezas (inmensas) mediante los medios que fueren menester emplear en cada momento»… lo que visto con la frialdad que el caso requiere, resulta una estampa más del drama humano, o sea… «tener, poseer, más que ser»: por ello mientras recorro «veo y oigo»… pienso, que al final y en inmensa mayoría, no dejaron de ser unos pobres desgraciados, más que felices «mortales»; y por ello, más dignos de compasión que de otra cosa, ya que… «cualquier mortal inteligente, viviría mucho mejor que ellos, en lo intrínsecamente humano y por tanto necesario, para un mínimo de felicidad…»…?.
Aquí, se ha destacado hasta lo inconmensurable, la vida de los dos últimos emperadores (puesto que los que les siguieron, simplemente «terminaron de enterrar el Imperio «dos años después») Francisco José I y Elizabeth de Baviera («más conocida como «Sissi») los que a través del cine, se les ha idealizado en varias películas, ocultando en ellas sus miserias y misterios (aún no desvelados) de quienes en definitiva, ni fueron «tan felices», ni supieron continuar tan famoso y potente Imperio «Austro-Húngaro», el que quizá estaba pre-destinado a desaparecer en aquellas fechas, puesto que con él, cayeron o desaparecieron otros «mayores y menores». Recordemos que en esos años desaparece el ruso, el turco y el chino (quizá alguno otro que ahora no recuerdo) como después van a «nacer y desaparecer» los efímeros «imperios fascistas» (Alemán e Italiano) por lo que podemos pensar el que son cosas del «destino». Desaparecen incluso las familias reinantes y con ellas los «divinos herederos» (recordemos que los reyes eran coronados «por la gracia de Dios») dándose el caso extremo de que el último emperador chino, muere ejerciendo de jardinero en la nueva China comunista. Igualmente van a desaparecer «unos lustros después», los imperios coloniales de potencias que parecían iban a conservarlos durante siglos(Inglaterra, Francia, Holanda, Bélgica, Portugal, etc.) e incluso el nuevo ruso-comunista («URSS») el que hoy se está desintegrando; todo lo cual llama a reflexión sobre este, «disolvente siglo XX», lo que nos lleva a pensar en que parece ser como si… «algo sobre-natural moviese estos hilos». Todo esto voy pensando, mientras oigo al guía contar «una historia más»; también observo las estufas de porcelana ya descritas y las que me siguen sorprendiendo, puesto que en su momento este debió ser un invento sorprendente y utilísimo para aquellos «poderosos» de éste país en el que hace tanto frío y tan intenso, que nosotros los europeos del Sur… «no lo soportamos» y lo estamos sintiendo incluso dentro de … «estas imperiales dependencias».
Son las diez treinta, cuando salimos de este gran complejo monumental, en el que quizá se quiso… «perpetuar el poder y la gloria». Al salir (lo hacemos por diferente lugar, al que empleamos para la entrada) lo primero que podemos ver y apreciar es, la enorme estatua ecuestre que hay en el centro de la plaza donde nos encontramos, se trata del monumento a José II, a quien igualmente está dedicada la plaza y a la que dan fachada tres «alas» de estos palacios, dos de las cuales hoy ocupan, la «Escuela de Equitación Española» y la «Biblioteca Nacional», la que es de enorme importancia y riqueza cultural; y la que en gran medida, se debe a los fondos bibliotecarios acumulados por los sucesivos emperadores a lo largo de los siglos, todo lo cual -nos informa el guía- se pudo perder en un reciente incendio, felizmente sofocado en sus inicios, menos mal… «puesto que el libro es el monumento más imperecedero que ha logrado realizar el hombre, a lo largo de su turbulenta historia».
Se nos ofrece visitar uno de los famosos cafés de Viena y realizamos esta visita a uno muy cercano y cuyo nombre es el de; «Café Griensteidl», entrando y tomando asiento en las mesitas preparadas a tal efecto (en Viena, el café hay que tomarlo sentado) y donde degustamos un buen café, el que nos reconforta grandemente del frío que traemos consigo. En dicho establecimiento reposamos un buen espacio de tiempo y luego continuamos la visita turística, lo que hacemos a pie, recorriendo el centro de la ciudad (que es peatonal) hasta llegar a la Catedral de San Esteban.
Dedicamos treinta minutos a esta visita y ello, tras oír las amplias explicaciones que sobre tan famoso monumento religioso, nos ofrece nuestro guía. Describir este templo católico, de estilo gótico y el que tardó en ser construido varios siglos, no entra en mi capacidad de conocimientos, sí que reflejo mi asombro por cuanto de esfuerzo y trabajo representa, amén de la ostentación ya descrita en «otros similares», lo que por otra parte no sorprende, puesto que este templo catedralicio, está en la capital de lo que fuera un riquísimo Imperio «eminentemente Católico», e incluso aquí hubo concilio en 1311-1312 precisamente por el poder «del Imperio»; y es claro que todo ello, iba a repercutir en todo cuanto hoy hemos visto reflejado en el denominado arte religioso de la Catedral de San Esteban, la que por cierto, estaba concurridísima de fieles y turistas.
Aquí se da por terminada la visita turística cultural a la ciudad, teniendo que resaltar que Eulalio, se ha esforzado todo lo posible y nos ha ofrecido casi dos días de lecciones muy condensadas, de esta Viena y su Imperio, el que parece ser como si quisiera renacer de sus cenizas, ya que hoy la pequeña Austria, se nos muestra como una potencia económica y social, e incluso con un muy notable protagonismo internacional.
Debo decir que aquí no he visto mendigos, harapientos u otros tipos «pintorescos», que sí que proliferan en otras muchas capitales «desarrolladas»; tampoco aquí se «blindan» los comercios y establecimientos públicos, lo que denota que los robos y atracos, aquí deben ser escasos; apenas se aprecia la presencia de policía uniformada, lo que también es un buen síntoma de seguridad ciudadana, todo lo cual «me dice», que aquí y en estos sentidos… se debe haber progresado mucho, aunque Austria entera ya sea un país de viejos y maduros…sin descendencia notable.
Se nos da tiempo libre y lo ocupamos en visitar el bien surtido comercio de este centro ciudadano, cuyos precios son a tenor con su desarrollo y por tanto bastante altos, si bien «algo hay que comprar», puesto que…¿Qué mujer se resiste a estar en Viena y luego decir al regreso que aquí no compró nada?.
Efectuadas las compras regresamos al lugar donde nos espera el autocar y regresamos al hotel. Son las trece horas cuando entramos por sus puertas y directamente nos dirigimos al comedor.
Tenemos la tarde libre, por ello la dedicaremos a descanso, ya que ni Ana ni yo, tenemos ganas de salir, máxime que esta noche tenemos concertados, «servicios extras y tendremos forzosamente que realizarlos, puesto que ya están pagados».

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí más temas)

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Antonio García Fuentes

Empezó a escribir en prensa y revistas en 1975 en el “Diario Jaén”. Tiene en su haber miles de artículos publicados y, actualmente, publica incluso en Estados Unidos. Tiene también una docena de libros publicados, el primero escrito en 1.965, otros tantos sin publicar y mucho material escrito y archivado. Ha pronunciado conferencias, charlas y coloquios y otras actividades similares.

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