No más Mentiras

Antonio García Fuentes

DE PASO POR HUNGRÍA I

DE PASO POR HUNGRÍA: JULIO DE 1997
(BUDAPEST o BUDA Y PEST) I

Aunque hemos cambiado de latitud, «la luz del día nos despierta bastante temprano», en éste veinte de Julio el que continúa cubierto de nubes; son algo más de las seis de la mañana y continuamos acostados puesto que la llamada «oficial» será a las ocho; antes de ello me levanto y me doy un baño caliente, puesto que éste hotel y afortunadamente, cuenta con bañera que permite ello, por tanto «me recreo» en dicho baño y logro con ello reconfortar mi cuerpo y recuperarlo «para lo que venga hoy»; llegado el momento bajamos al comedor para tomar el desayuno, el que como ya es normal, es «autoservido por nosotros mismos» en un bufé que es abundante y variado, por lo que desayunamos bastante bien; tras ello subimos al autocar que nos aguarda a las puertas del hotel y seguidamente iniciamos la visita turística; son algo más de las nueve de la mañana y se hace cargo para guiar al grupo, una simpática guía local cuyo nombre es el de «Edy»; y la que jovialmente, nos saluda y nos habla en un español bastante bueno, empezándonos a decir cuánto sigue.
«Hungría cuenta con una población total de algo más de diez millones de habitantes y Budapest, que está considerada como «la París del Este», tiene en la actualidad dos millones y medio, por tanto uno de cada cuatro húngaros viven aquí, siendo el resto de poblaciones bastante pequeñas, salvo alguna excepción, de cuatro o cinco ciudades importantes, la mayor de ellas (Miskolc) apenas alcanza los 200.000 h., por lo que la población está muy diseminada por éstas enormes llanuras que conforman el país. «Hungría cuenta con «doce millones de vacas» (así lo afirma y dice textualmente la guía, pero es lógico que también haya «toros») éste ganado se dedica casi exclusivamente para carne, puesto que la industria láctea no está muy desarrollada y éste ganado -por otra parte- es otro tipo de bovinos, que -sigue diciendo Edy- Hungría es una inmensa llanura muy fértil, por tanto riquísima y muy variada y donde, desde el prestigioso vino «Tokaji», hasta cítricos (limones y naranjas mandarinas) se obtienen una enorme variedad de cultivos (el 55% se dedica al cereal, remolacha y vid) y de ellos, alimentos no sólo para el hombre, si no igualmente para el abundantísimo ganado que aquí vive y prolifera. Cuenta Hungría con un gran lago que tiene 78 kilómetros de largo por 11 de ancho y que es abundante en pesca e incluso se explota turísticamente , es (prosigue la guía) «el más grande del centro de Europa».
Edy continúa explicándonos cosas, mientras el autobús sigue rodando por Budapest y dice que: «los húngaros estaban ya hartos de comunismo y que en Hungría, «los cambios ya empezaron al principio de los años ochenta», pero que en «su transición política», los que la hicieron, no pudieron reorganizar bien al país, debido a la enorme deuda pública acumulada en la época comunista; y por tanto, al tener necesariamente que tomar medidas drásticas y que afectaron grandemente a la población… «el pan y la leche que es lo que importa al pueblo» (fueron sus palabras) subieron mucho de precio y por ello, al llegar las siguientes elecciones generales, ha vuelto a votar a los comunistas (hoy disfrazados con «otro nombre») los que como es lógico y era de esperar… «no han podido bajar el precio del pan y la leche», por lo que ahora los húngaros no saben ya a quién votar, puesto que (continua diciendo) los políticos producen escándalos, robos y demás líos y malversaciones con toda impunidad, sin que a ninguno procesen o metan en la cárcel; y por ello el gobierno actual sigue practicando el robo como «su principal cometido»; los húngaros estamos hartos de pagar impuestos, ya que sólo nos queda, «el pagar impuestos por el humo que sale de nuestras chimeneas»…?. Deja de hablar y en el aire queda la interrogante para quienes la hemos escuchado con gran atención.
Pasada una larga pausa y como al parecer seguimos estando aún lejos de nuestro primer destino turístico , Edy sigue con sus relatos y nos dice: «Noten que en la ciudad no existen rascacielos, pero sí que son muy abundantes las construcciones sociales que nos dejara el régimen anterior (nos las va indicando y las vemos abundantes) y que nosotros las denominamos «cajas de cerillas», puesto que generalmente se trata de feos bloques de viviendas, casi todos iguales o muy parecidos y que cuentan con diez o doce plantas, en cuyo interior hay pequeños pisos o apartamentos de 50, 60, o máximo 70 m2, en los que tenían que vivir las familias «amontonadas». Cambia de tema y nos apunta para que apreciemos que el Danubio viene muy crecido (marchamos por una de sus orillas y lo vemos cercano) y que ya ha alcanzado el agua los 5,50 m. de altura o profundidad, por lo que se espera que en la próxima semana (hoy es domingo) rebase los seis metros, incluso los 6,50, que es el límite de «los malecones fluviales», por lo que tienen cierto temor a que el río pueda desbordarse por algunos lugares menos protegidos. Desde luego vemos el enorme caudal de éste gran río y comprendemos cuanto nos quiere decir, puesto que el mismo, «viene pleno» de aguas bastante turbias y que contienen gran cantidad de tierra que arrastra la gran corriente, que impone el verla aún desde cierta distancia, como lo estamos haciendo nosotros en éste momento y desde un autocar en marcha. Seguimos visitando la ciudad (sin bajar del «bus») que si bien fue la segunda capital del Imperio Austro-Húngaro, pero la misma, no es equiparable con la suntuosidad de la Viena imperial; ni incluso lo es con la otra gran ciudad visitada (Praga); puede que ello sea también consecuencia de la gran devastación y por cuanto de ella nos dice Edy nuestra guía, la que afirma que: «el setenta y cinco por ciento de los edificios de Budapest, fueron destruidos, por los bombardeos que la ciudad soportó durante la «II Guerra Mundial». Aun así aprecio el que existen muy buenos edificios públicos y privados; y entre ellos, destacan los dedicados a la cultura y entre los que sorprende la existencia de dos dedicados a la ópera y veintiún teatros más.
La visita prosigue y desde el autocar podemos admirar la monumentalidad del parlamento neogótico (1884-1904) y del que nos dice Edy que: «Su mantenimiento es costosísimo y no sólo por el aparato humano que lo llena, sino también por cuanto la débil piedra en que está construido, requiere constantes cuidos y reparaciones». Proseguimos en ésta visita «panorámica» y desde el autocar seguimos viendo algunos de los más importantes monumentos (que nos va describiendo la guía) incluidos, «los enormes mamotretos arquitectónicos», dejados aquí por el comunismo.
Así llegamos y nos detenemos bajando del autocar, en la denominada «Plaza de los Héroes» ; nada más bajar somos reunidos y la guía nos dice que: «Hungría la funda en el año 896 el caudillo Arpad, el que ha logrado reunir y mandar sobre siete tribus y con ellas funda la ciudad inicial y después, logra ir extendiendo sus dominios para ir conformando lo que luego conoceremos como Hungría; existiendo otra historia sobre Atila, pero ello es más leyenda que otra cosa»; (continua diciendo) que todo éste conjunto ya descrito, se mandó construir bajo el Imperio Austro-Húngaro y como apoyo a Hungría por el mismo y sus emperadores reinantes, en la segunda mitad del siglo XIX y todo ello para resaltar las figuras más relevantes en la historia de la nación».
Desde luego éste monumento y todo el conjunto que lo rodea, son soberbios y más que un monumento es un gran conjunto monumental enorme y el que demuestra como un pueblo sabe rendir homenaje (globalmente) a los principales hombres que forjaron su país. Hay que verlo aquí para poder valorarlo, puesto que cuenta con más de treinta grandes estatuas en bronce, un obelisco coronado por otra enorme y de igual material, los gigantescos arcos del pórtico propiamente dicho y todo cuanto se indica en nota (32) aparte, lo que conforma algo digno de verse y admirarse, pues en éste momento en que escribo… «yo no recuerdo haber visto nada semejante y creo haber viajado bastante».
Muy cercana a ésta gran obra monumental y artística se encuentra y «menos mal que no le afecta en nada»; digo que se encuentra la que yo estimo como: «la gran explanada», donde el régimen anterior e imitando «al jefe de Moscú»… hacía desfilar al pueblo y en diferentes ocasiones, para así… «demostrarse a sí mismo» su fuerza y poder, antes de que cayese el monstruoso «muro de Berlín» y tras el que cayó y se derrumbó -igualmente- la tan poderosa y temida «Unión Soviética», que como ha quedado claro y meridiano, fue… «otro de los grandes gigantes con pies de barro». La fuerza del pueblo húngaro y sin violencias o disturbios, simplemente practicando la resistencia pasiva, forzó (antes de lo comentado) el derribo de todos los vestigios comunistas (que los había y grandes ) en ésta, «triste explanada realizada como tantas otras, o sea… «para gloria del poder opresor totalitario del tipo que sea y que precisamente por su debilidad (al carecer de inteligencia) no se atreve a dejar pensar al individuo y trata de dominarlo con lo que cree será suficiente»… cosa afortunadamente que… «nunca lo es», pues ya lo he dicho muchas veces… «el individuo fue, es y lo será siempre, superior a la masa; puesto que si así no lo fuera, nunca la masa se movería»… por tanto es precisamente de esa masa, cuando, «de tarde en tarde», se separan individuos que son los que van a ir marcando los caminos por donde luego, esa masa podrá -de verdad- ir progresando en todos los sentidos que marcan la vida de ése ser al que denominamos… «humano».
Subimos de nuevo al autocar y continuamos la visita turística; nos llueve ligeramente, si bien no han dejado caer más o menos abundantes, «las gotas de agua que del cielo caen». Atravesaremos el río y entraremos en el denominado «túnel de Buda», que nos conducirá hacia un lugar privilegiado de la antes ciudad denominada así, y el que encontraremos «pleno» de afluencia turística extranjera.
Hemos llegado a la colina donde se encuentra la famosa iglesia de San Matías , el denominado «Bastión de Pescadores» (cada gremio y llegado el peligro a la ciudad, tenía que defender la parte de la fortaleza a él asignada) y el recinto o plaza fuerte, donde aparte de los edificios oficiales o civiles que allí existen, en la parte que da al río, hay lugares convertidos hoy en magníficos miradores (alguno de ellos incluso cobran por entrar al mismo) desde donde se aprecia y domina, gran parte de Budapest y su enorme extensión urbana, puesto que en gran parte está muy ajardinada; igualmente podremos apreciar desde éstas privilegiadas alturas el río Danubio en su grandiosidad natural y que hoy se acrecienta por la crecida que trae y la que sigue subiendo de nivel, lo que va a acarrearnos un contratiempo más y del que no podremos culpar a nadie.
Acompañados de los guías visitaremos la ya citada iglesia de San Matías, la que abarrotada de turistas;
Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (Aquí muchos más temas)

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Antonio García Fuentes

Empezó a escribir en prensa y revistas en 1975 en el “Diario Jaén”. Tiene en su haber miles de artículos publicados y, actualmente, publica incluso en Estados Unidos. Tiene también una docena de libros publicados, el primero escrito en 1.965, otros tantos sin publicar y mucho material escrito y archivado. Ha pronunciado conferencias, charlas y coloquios y otras actividades similares.

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