No más Mentiras

Antonio García Fuentes

Ver a Dios

Ver a Dios

Nadie sabe quién es Dios, cuál es su figura y mucho menos sus dimensiones; por tanto fácilmente es deducible, que… “nadie pudo ver a Dios”. Por tanto los relatos que conocemos, son elucubraciones de seres, “más o menos religiosos”; pero que nunca vieron a la deidad y menos pudieron hablar con la misma; se queda todo en unos dogmas discutibles; y una fe, que no tiene “agarre” en el gran misterio que encierra esa palabra, que en nuestro idioma es Dios; pero que tiene tantos nombres como idiomas o dialectos existen; puesto que lo curioso es que todos o casi todos los pueblos delos “monos humanos”, llegaron a la conclusión de que hay, “un Ser Supremo y al que han de obedecer todos los demás subalternos y del primero al último”.
Pero dicho cuanto antecede y yo como creyente, creo en esa Unidad Indiscutible y en la que no pueden existir “asambleas de opinantes”; y la que simplificamos con otro nombre misterioso cual es “Universo”; en el que si bien no podemos fijar imagen que lo abarque, pero sí fijándonos en sus obras, podemos “ver a Dios”; puesto que “Dios está presente y visible en cualquier obra que el mono humano no pudo hacer; por tanto lo que no pudo hacer el hombre, lo hizo eso que denominamos Dios”; y “las obras divinas son inmensas, puesto que van desde la partícula más ínfima hasta la obra más enorme, extensa, o bella que la Naturaleza muestra al hombre”.
Así pues, yo “he visto a Dios esta misma mañana”, simplemente viendo como empieza a abrir el capullo, de un “rosal del pacífico”; de color rojo, bellísimo y cuya flor va a vivir no más de cuarenta y ocho horas; y lo he visto admirado, desde mi baño particular, por la ventana que da al patio que poseo y dónde tengo unas docenas de tiestos, de plantas y flores, en todos los cuales puedo “ver a Dios”, simplemente siguiendo sus transformaciones naturales y que a lo largo del año, se producen sin interrupción y por la fuerza que dimana de esa Creación, maravillosa y que hoy yo presento de esta simple forma, entendible por cualquier “mono humano”, que llegue a un mínimo grado de discernimiento inteligente.
En obras más grandes, a Dios se le puede ver… “en el nacimiento de un niño, de un perro, de una tortuga, de un insecto u oruga y sus transformaciones; puesto que en todo ello, hay un proceso, “divino”; y que los investigadores nos han mostrado y relatado de principio a fin; maravillándonos de todo ello y significándonos, al propio tiempo; “la nada que somos individualmente”; sin dejar de ser igualmente, la maravilla que es cualquier ser humano… “u hoja de cualquier árbol, si es que la examinamos con la minuciosidad que hay que hacerlo”.
Pero “como todo lo que nace ha de morir”; al menos en el plano en que nos tienen “o estamos”, es así; el miedo o terror humano es ese, principalmente; aparte del, “de dónde vengo, qué hago aquí y a dónde voy”; la mayoría de “monos humanos ni sabe ni quiere llegar a esos extremos, puesto que les da un miedo intenso”.
Por ello y recordando al poeta hindú Rabindranat Tagore; “la vida es un regalo y merece ser vivida”; por tanto vivámosla y cuanto más larga sea, mejor; y pese a los “baches y calamidades”, que todos pasamos en ella, pero los que nos curten, para hacernos cada vez más fuertes ante el misterio del “ser o no ser”; que es lo que hoy me permite realizar este artículo, sin miedo alguno al futuro y mucho menos al pasado; puesto que firmemente me considero, “efecto y no causa de nada, puesto que yo no pude crearme a mí mismo; si acaso formarme puede que sí”; pero tampoco estoy muy seguro de ello; y por cuanto aquel fraile o monje alemán, dijera hace siglos; “Somos marionetas cuyos hilos mueve Dios”; lo dijo aquel Lutero famoso y que quiso reformar la religión en que profesaba, pero sin mucho éxito por tal y como marcha el planeta.
Yo ya elegí la mía y procuro practicarla en la intimidad y soledad en que siempre vive “el mono humano”.
No hagas a nadie nada que no quieras que a ti te hagan, sea un ser humano, un animal o una planta; incluso a la tierra que pisas y que fue la que te dio la vida; si así lo haces, notarás un estado de bienestar que ni te lo imaginas.
Lo que después de mi muerte, “me encuentre si es que me encuentro algo; la verdad, hace ya mucho tiempo que dejó de preocuparme”; trato de vivir la vida que me quede, a tenor con lo que dijo, el poeta arriba mentado; considero es lo mejor.

Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen-ciudad.es (aquí mucho más) y
http://www.bubok.es/autores/GarciaFuentes

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Antonio García Fuentes

Empezó a escribir en prensa y revistas en 1975 en el “Diario Jaén”. Tiene en su haber miles de artículos publicados y, actualmente, publica incluso en Estados Unidos. Tiene también una docena de libros publicados, el primero escrito en 1.965, otros tantos sin publicar y mucho material escrito y archivado. Ha pronunciado conferencias, charlas y coloquios y otras actividades similares.

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