La palabra celta posee muchos significados, ya que que ha evolucionado constantemente a lo largo de los años.
«Celta»proviene del latín «celtae» probablemente procedente del griego. Sin embargo, los romanos los llamaban «galli» no obstante, el nombre más conocido fue el que les atribuyó el emperador Julio César denominándolos «galos»
Por lo que etimológicamente «galli» viene de la raíz -gal (tener poder o robustez). De ahí, que popularmente sean conocidos también como «bárbaros«.
Actualmente, conocemos arte y mitología celta, sobretodo de lugares como Escocia, Gales, Irlanda y Bretaña. Sin embargo, toda esta información no fue registrada por los protagonistas, sino que fue gracias a griegos y romanos, que dejaron por escrito lo que sabemos sobre su historia.
El conjunto de fragmentos de historias clásicas, mitos medievales y pruebas arqueológicas de tiempos y lugares diferentes, es lo que creó la idea romántica de los celtas que tenemos hoy en día.
Otra herramienta fundamental por la que conocemos a los galos, es gracias a las manifestaciones artísticas que dejaron y que han sobrevivido al paso del tiempo como un valiosísimo e interesante legado.
Lo que comúnmente llamamos celta no se trata de un estilo único, sino varios desarrollados a lo largo de mas de 2.000 años durante la Edad de Hierro, la llegada del cristianismo y la caída del Imperio Romano. Este arte se fue adaptando y evolucionando en cuanto a su significado y su utilidad con las distintas épocas.
Un descubrimiento relevante fue el de un conjunto de joyas de oro y bronce enterradas con una importante mujer en Waldalgesheim sobre el 320 a.C.
El arte celta se centraba especialmente en la fabricación de herramientas de lucha ornamentadas; armas, escudos y cascos era lo mas común.
Cabe destacar un casco con cuernos encontrado en el río Támesis, en el que se observa como en algunos casos, era más importante la decoración y demostrar al estatus al que pertenecía el dueño que la funcionalidad en sí del objeto.
Otro de los hallazgos más misteriosos de la Antigua Europa, es la Caldera de Gundestrup, Dinamarca, la cual demuestra las conexiones entre comunidades separadas por miles de kilómetros.
Se trata de una caldera de plata probablemente procedente del sureste de Europa , está decorada con escenas ficticias pero además incluye objetos típicos de Europa central y occidental.
Los objetos celtas sirvieron también como unión para conseguir una homogeneidad cristiana alrededor del 650 d.C es el caso de la Cruz de Minifieth, Angus, tallada en piedra.
Por último, nos encontramos con muchas piezas ornamentales que sobrevivieron a lo largo de los siglos, gracias a familias reconocidas que se encargaron de estos elementos sagrados como sus guardianes, y que si no los hubiesen conservado, probablemente no poseeríamos la información ni la idea que tenemos hoy en día de esta asombrosa cultura.
