Hay un búnker nuclear que se construyó durante los años 70 en plena Guerra Fría, aunque los empleados aseguran que está descuidado
Que Mariano Rajoy es el más ‘normal‘ de los presidentes de Gobierno que ha tenido España lo teníamos claro; pero nunca imaginamos que lo fuera tanto.
El pasado fin de semana, Mariano Rajoy demostró que no es un político ostentoso y que tiene asumido, hasta en su propia casa, la agobiante crisis que sufren España y los españoles.
Aprovechando que era puente en Madrid, el Presidente decidió salir de La Moncloa un par de días.
Optó por la finca de Los Quintos de Mora, situada en el municipio toledano de Los Yébenes, a hora y media en coche de Madrid.
Se desplazó con su mujer, Viri, sus dos hijos, Mariano y Juan, y con su ya anciano padre.
Y cuenta María Romero en ‘La Razón’ que la estancia de Rajoy y su familia fue de «austeridad absoluta«.
A diferencia de sus predecesores, que viajaban hasta la finca en helicóptero, llevando un despliegue de seguridad digno de una película de acción y con ambulancia en la puerta por si surgía una urgencia, se desplazó en coche y con la mitad de guardaespaldas que mandatarios anteriores.
Y aquí llega la ‘bomba‘: como llegaron por la noche, los Rajoy llevaban con ellos varios tupper con la cena ya preparada, para no molestar al cocinero de la finca.
No aclara ‘La Razón‘ qué contenían los tupper. No se sabe si eran croquetas, albóndigas, carne con patatas o caviar –como maledicentemente sugería la Cadena SER este sábado a primera hora– pero pueden dejar su opinión, en la encuesta que acompaña esta información.
Felipe González, que fue el primero en recalar en la finca; José María Aznar, que mantuvo allí encuentros con gente como Jacques Chirac, Vicente Fox, Andrés Pastrana y George Bush, o José Luis Rodríguez Zapatero, a quien no gustaba el sitio pero se reunió allí con el brasileño Lula Da Silva, llegaban con chef personal.
La familia Rajoy ha comido lo mismo que los que trabajan allí. Como debe ser.
LOS VISITADORES DE LA FINCA
Los habitantes de Los Yébenes confirman que la presencia de Rajoy en la finca tan sólo se percibe «porque se ve algún coche de más por los alrededores» y porque parte de la seguridad que le acompaña pernocta en el Hostal Los Artilleros:
«Pero no alteran en absoluto el orden del pueblo, como pasaba con otros presidentes».
El alcalde del municipio, Pedro Acevedo, dice que les ‘encanta‘ que la familia de Rajoy elija Los Quintos de Mora para descansar.
El domingo 29 de abril de 2012, por la mañana, el líder del PP viajó hasta Madrid para clausurar el congreso de los populares madrileños junto a Esperanza Aguirre.
Propiedad de Presidencia
Durante estos días, Rajoy y su familia han podido pasear por las más de 6.800 hectáreas que forman Los Quintos de Mora.
La privacidad allí es absoluta, ya que está situada bastante lejos de la carretera más cercana y sólo está rodeada por otras propiedades de las mismas características.
Dicha finca es Patrimonio Forestal del Estado desde 1942 y pertenece a Presidencia, por lo que su acceso está restringido a los miembros del Gobierno.
Desde Felipe González hasta el actual dirigente de la nación, todos han pasado temporadas en este paraje y han ido haciendo reformas hasta convertirla en un acogedor hogar.
González fue el que empezó las obras durante su mandato y Aznar las terminó. La casa donde se quedan tiene aproximadamente 600 metros cuadrados construidos y cuenta con jardín y piscina.
Allí trabajan tres personas que se dedican a mantenerla en buen estado y que atienden a los huéspedes durante su estancia.
Además, unas cuatro o cinco familias viven en otros edificios ubicados dentro de la finca. Son guardas forestales y se encargan de hacer estudios sobre la fauna y flora de la zona, considerada reserva natural.
Por sus bosques de encinas abundan los conejos, ciervos, gamos, jabalíes y linces.
Sólo los trabajadores tienen permitido cazar en determinadas épocas del año, para mantener el equilibrio del ecosistema.
De hecho, hay un matadero, un pabellón de caza y un centro de cinegética. Desde el Ayuntamiento de Los Yébenes están intentando que se permita volver a cazar en Los Quintos de Mora, como ya sucedió en el pasado.
Otra de las curiosidades reside en la presencia de un búnker nuclear que se construyó durante los años 70 en plena Guerra Fría, aunque los empleados aseguran que está ‘descuidado‘.
Lo que tampoco se utiliza últimamente es el helipuerto, situado a escasos metros de la casa, ya que Rajoy prefiere el coche como medio de transporte.