El actor, que se hizo popular por protagonizar Nueve semanas y media, tiene un tormentoso pasado amoroso, que pudo terminar en tragedia
“¿Cuántas mujeres tuviste?”, le preguntaron a Mickey Rourke en una reciente entrevista televisiva.
Luego de una breve pausa y con una pícara sonrisa en su rostro, el actor que fue un indiscutible rompecorazones en los ‘80 respondió: “Suficientes”, sin especificar un número que, a juzgar por su historia, quizás ni recuerde.
Dueño de un pasado personal y profesional vertiginoso, el actor, guionista y exboxeador se volvió irresistible a partir de Nueves semanas y media, ese film erótico de 1986 donde formó una explosiva pareja con Kim Basinger.
Y si bien solo se ha casado en dos oportunidades, el artista cuenta con un largo historial amoroso que incluye a varias famosas de la industria y que lo ha llevado a protagonizar, en más de una oportunidad, varios escándalos mediáticos.
Hoy, a sus 70 años, y luego de haber superado una oscura etapa de adicciones, violencia y problemas judiciales, Rourke parece haber encontrado la estabilidad que tanto necesitaba de la mano de Anastassija Makarenko, una modelo rusa 33 años menor con la que comparte su vida desde 2010.
“No la cambiaría ni por 20 premios Oscar”, confesó enamorado.
La mutación de Mickey Rourke asombra a Hollywood.
Así lo han pillado paseando por Beverly Hills con su caniche en brazos presumiendo de un rostro desfigurado por los excesos del bisturí. —There’s no camouflaging him! Mickey Rourke stands out in skintight trousers and flaunts his brawny chest in Beverly Hills—
El actor lleva mucho tiempo sufriendo extraños cambios de imagen.
Tras el éxito que cosechó en Hollywood con ‘Nueve semanas y media’ en 1986, la fama se desinfló y Rourke se convirtió en boxeador profesional, una profesión que ha sido el origen de sus problemas con la cirugía.
«Me rompí la nariz dos veces, así que me realizaron cinco operaciones ahí y otra más por una rotura en el pómulo», explicó en 2009 al The Daily Mail, aunque la mayoría de esas operaciones se destinaron a reparar «el desorden» de su cara debido al boxeo.
«El problema fue que acudí al tipo equivocado para volver recomponer mi cara», admitió en aquella entrevista.