Agatha ha pasado de la pena, a la rabia a ponerle cara, rostro, profesión y andanzas a la nueva pareja de su todavía marido
Dicen que la vida de Agatha, tan prepotende y tan beneficiada por su relación con Pedrojota, se desmorona. Y es que, últimamente, nada parece ir bien para la conocida diseñadora.
La ruptura entre Pedrojota y Agatha llenó el mundo del colorín y se convirtió en una de las noticias más comentadas. Lo que parecía uno de los matrimonios más consolidados saltaba por los aires cuando Ramírez le decía a Ruiz de la Prada que se había enamorado de otra y que la dejaba. Algo que Agatha definió como «una putada.» Igual que el video que le grabaron a Ramírez hace años.
Una otra de la que ya se conoce la identidad. Agatha ha pasado de la pena, a la rabia a ponerle cara, rostro, profesión y andanzas a la nueva pareja de su todavía marido. Algo que está siendo demasiado para ella.
Recordemos que Pedrojota anunciaba, via Twitter, quién era la mujer que le había robado el corazón y por la que estaba decidido a abandonar lo que, hasta ese momento, había sido su tranquila vida familiar.
«A la sombra de un león» pic.twitter.com/ygfricKOd2
— Pedro J. Ramírez (@pedroj_ramirez) 8 de noviembre de 2016
Se trata de la abogada Cruz Sánchez Lara, de 44 años (20 menos que Pedrojota) y que tiene a sus espaldas una importante labor jurídica y filantrópica. De hecho, según Pilar Eyre, se la podría definir como la Amal Clooney española.
Ahora Agatha puede odiar con nombre y apellidos a la mujer que habría acabado con su matrimonio y por la que Jiménez, hasta tener la valentía de terminar con algo que no funcionaba, habría sido capaz de engañar a Ruiz de la Prada y fingir en la entrevista que grabó para Fabiola y Bertín Osborne y en el posado de la revista Vogue.
Pero, esos, no son los únicos problemas de Agatha. Ruiz de la Prada acaba de presentar las cuentas de su empresa en el Registro Mercantil y no están muy boyantes. De hecho, las perdidas que parece arrojar su aventura americana en la Gran Manzana empiezan a ser preocupantes.