El británico Ryan Williams, de 29 años, ha logrado perder varios kilos a pesar de que solo se ha alimentado con productos de la cadena de restaurantes McDonald’s durante un mes para demostrar que es posible ponerse en forma a pesar de consumir comida chatarra
Con esa iniciativa, este hombre de Cheltenham (Inglaterra, Reino Unido) quería , así como documentar la importancia del equilibrio entre la ingesta calórica y el ejercicio y desacreditar el argumento del documental ‘Super Size Me’.
Tras comenzar con 2.500 calorías diarias -la cantidad recomendada para un hombre adulto-, al final de la segunda semana disminuyó hasta 2.300.
Además, cada día se levantaba a las 4 de la madrugada para ir al gimnasio y practicar ejercicio físico intenso.
Williams se daba cuenta que no tenía «un modo de vida saludable», pero quería demostrar que todo consiste en «un juego de calorías» que funciona independientemente de con qué nos alimentemos.
Tras su experimento, perdió más de seis kilogramos y su porcentaje de grasa corporal se redujo del 10,85 % al 7,59 %, informa The Independent.
Sin embargo, expertos de alimentación señalan que este método no se puede considerar saludable solo porque contribuyera a que una perdona perdiera peso.
La nutricionista Kara Landau recuerda la importancia de que los productos que tomamos contengan todos los nutrientes necesarios para el funcionamiento del organismo, algunos de los cuales -omega 3, antioxidantes y probióticos, entre otros- escasean en la comida que suministran muchos locales de comida rápida.
Así, esta especialista «no recomendaría» que nadie recurriera a esta experiencia como base para llevar una dieta saludable, sino «más bien como un recordatorio de que tanto la actividad física como el control de calorías son elementos valiosos para perder peso».
