'EL OLOR DE SU SILENCIO' (EDICIONES ENDE)

Mariñas se consolida como la figura más prometedora de la literatura coruñesa

La narración se desarrolla sobre todo en una aldea remota de la Galicia profunda

¿Puede el Amor o la Voluntad superar las limitaciones o contingencias históricas?

Las obras del joven pero muy notable escritor coruñés Juan Mariñas se han convertido en todo un acontecimiento literario para conocedores. Destacan por sus méritos y valentía en el páramo para la Cultura como el que se ha convertido la Galicia oficialista y autonómica, sino ramplonamente nacionalista. 

‘El olor de su silencio’ es la tercera y última novela de su trilogía, ‘Destino, tiempo y sentimientos’, junto con las anteriores, ‘Piel de Salitre’ y ‘Migas de pan’ ambientadas en un pueblo pesquero de la Costa de la Muerte y en la ciudad de La Coruña, respectivamente. Ahora el ambiente es rural, el de una aldea de la Galicia profunda. Sin embargo se trata de la menos coral de las tres.

‘El olor de su silencio’ hace referencia al olor de tres plantas empleadas en curanderismo, medicina natural, e incluso WICCA, que poseen significado simbólico en la obra. Se trata de ruda, menta y manzanilla. La Ruda (Ruta gravaelus), de las Rutáceas, se emplea como protección, atracción positiva, regulación ciclo femenino.

Hay otra ruda, la Ruda siria (Paganum harmala) de las Nitrariaceas que es un enteogénico muy poderoso que se combina para obtener ayahuasca, y también posee un uso afrodisíaco en países islámicos). La Menta (Mentha piperita) es una Labiada empleada como elemento de purificación, protección, sueños proféticos, hechizo de amor, o potenciación de los poderes psíquicos. La Manzanilla (Matricaria camomilla) pertenece a la Familia de las Compuestas y es un antidepresivo, empleado para la atracción amorosa y de suerte o protección contra maldiciones.

QUÉ

La narración se desarrolla sobre todo en una aldea remota de la Galicia profunda. Pese a su escenario natural aparentemente no muy sofisticado se trata de una novela de gran contenido filosófico. Habla de amor y de rescate. Un tema común desde la antiquísima Tradición sumeria, reelaborado por la Tradición estética occidental en mitos o misterios como los de Andrómeda, Eleusis, Orfeo, El Quijote… La dama rescata al caballero del encantamiento o el caballero a la dama.

En cierto modo, sea cual sea el mito o leyenda, siempre es la dama (El espíritu) quien rescata al caballero. En este caso el caballero está encantado en sus propias coordenadas de Espacio y Tiempo. Un Tiempo, marcado por su reloj, diferente del real.

La novela cuenta de un modo muy original la historia de un encantamiento. ¿Puede el Amor o la Voluntad superar las limitaciones o contingencias históricas? ¿Depende cada época?  Relaciones extrañas en otro contexto que el de la imprevisibilidad del hecho amoroso—abogada y de ciudad — chico sin sofisticación ni estudios del mundo rural referencia a la crueldad en la guerra civil española no queda muy clara la economía agraria del protagonista en la aldea ¿a qué se dedica?

DE VOLUNTAD Y DE MENTE. CONOCIMIENTO Y DESEO. QUERER Y SABER

Son temas que también tienen famosos antecedentes en la novelística española de hace un siglo. Así en ‘La aldea perdida’, 1903, de Armando Palacio Valdés y su relación algo maniquea entre el mundo rural y el de la minería y lo urbano. Pero especialmente en ‘La esfinge maragata’, 1914, de la candidata a Premio Nobel, Concha Espina.

Pero en este caso, a diferencia de esos precedentes, han pasado muchas cosas en ese siglo, es el mundo urbano el que transforma favorablemente y rescata al rural.
Y es la dama o protagonista femenina quien rescata a su amor en vez de renunciar a él y sacrificarse por el relativo bienestar la familia como ocurre en ‘La Esfinge maragata’ con su protagonista Florinda, al cabo abandonada a su suerte por su novio, Rogelio.

Juan Mariñas recurre otra vez a animales de importancia alegórica, que retoman o recuerdan el de otras novelas anteriores. Así aquí el azor como animal totémico de la comunidad, de modo semejante a la gaviota Carlota, el loro de «España va bien», o el perro Gandul en ‘Piel de salitre’.

Sin olvidar importantes guiños al lector más intelectualizado como llamar Pórtico de la Gloria a la entrada a la Gruta de la Lluvia (yoni), por su relación con el TANTRA.

CUÁNDO / CÓMO / QUIÉNES

Una pista sobre el tiempo en la novela es que el reloj familiar que va a su aire. Su tiempo no es el verdadero, sino el de los hechos de la familia del protagonista. Un tiempo de Encantamiento.

Pero queda una incertidumbre ¿El final verdadero cuál es? O bien, ¿El final depende del tiempo o de la época? Una cosa es lo que fue y otra lo que podría haber sido. Existen múltiples narradores- múltiples formas de verlo- múltiples historias y finales. Es decir, como acabamos de indicar, el final depende, en varios sentidos, del tiempo.

Registros de escritor original con empleo de técnica diferente de contar, que hace que el final no sea el que parece al principio, lo que explica los aparentes anacronismos iniciales. El cuándo y el cómo están especialmente interrelacionados en la novela.

Esta técnica es lo más original de la obra. Lo que hace que no sea una narración más al uso. La obra acoge un recurso técnico importante: Son varios los narradores o contadores del asunto. Diferentes formas de contarlo y diferentes tiempos y realidades. ¿Cada narrador tiene razón en su forma de verlo? ¿La realidad depende del tiempo?

PERSONAJES

Las figuras femeninas de Juan Mariñas, como las mozartianas, suelen ser más decididas complejas y sensibles que las masculinas. Excepto en el caso de la madre de la protagonista, cuyo comportamiento al no defender a su hija por miedo al marido quizás no es muy propio de una madre.

Malaika, su hija y protagonista, es un personaje complejo, en lucha entre el corazón y lo socialmente razonable. No parece que el antagonista masculino Marcelo se encuentre a su altura, no solo en formación. Juan a lo mejor nos explica en otro momento qué fue de la vida de la pareja en el futuro.

La perspicaz y bondadosa abuela de Marcelo es otro personaje femenino benéfico.
La figura de Ana, arquetipo más frecuente de lo que parece de la sexualidad femenina insatisfecha, me resulta de interés especialmente notable y en cierto modo patética. Parece sacado del famoso libro, una especie de Informe Kisey a la española, ‘La sexualidad femenina’ por el Dr. Ramón Serrano Vincens.

También me recuerda a la Kundry de ‘Parsifal’. Su papel filosófico parece semejante.
La sanadora Concha que rompe el encantamiento de Marcello es un personaje benéfico, una especie de hada madrina, que creemos trasunto de un Ser de Luz: una dama real muy amiga de Juan.

Acaso por ley de compensación y no pecar de anticlerical, Juan coloca dos figuras sacerdotales opuestas. Don José, el cura sin vocación, incoherente, cínico, libertino, hipócrita y oportunista. Y su sucesor, Don Damián, una figura bondadosa, comprensiva y bienhechora.

El personaje de Mario, primo de Marcelo, «el escritor que no escribe» puede ser un trasunto, en cierto modo, del autor. O quizás de uno de los heterónimos de Juan. Plantea alguno de los temas casi biográficos del autor. La incertidumbre sobre la vocación de escritor y el pane lucrando. El apoyo familiar para la satisfacción de dicha vocación en un contexto más bien poco comprensivo con las cuestiones de la cultura. Mario empieza a satisfacer su vocación contando una historia, la del encantamiento de Marcelo.

No entiendo bien a Marcelo, el protagonista principal. No me identifico con él. Acaso sea una crítica a cierto arquetipo simbólico de ese galleguismo tópico timorato, reservón, de escasa autoestima, que se auto-cocina en la salsa de su no atrevimiento o escasa voluntad para tomar decisiones importantes para su felicidad y su vida. Su temprana orfandad, traumática desde luego, no creo explique del todo su conducta, al menos para mi. Pero si puede entenderse desde la Filosofía de Shopenhauer. ¿Personaje schopenhauer-iano? ¿Un Tristán sin Isolda? ¿Acabar con la Voluntad aunque sea inconscientemente? ¿pese a renunciar a la Voluntad, alcanza Marcello la Liberación? No, que sería una especie de Isolda frustrada y amargada.

La Voluntad como noúmeno y como mundo de la Libertad. Como poder que dirige y gobierna la Mente. La Voluntad esclavizada produce dolor que es fenómeno de la individuación. ¿Pero, al cabo, Marcello es rescatado, no por las ganas de vivir sino por el poder mágico del Amor.

Pero en el plano humano NO se comprende cómo después de haber gozado de una experiencia amorosa tan extraordinaria, de auténtica plenitud, Marcello no actúa ni lucha para conservarla.

Pero, ya he comentado, que recuerda a Rogelio Terán el protagonista masculino de ‘La Esfinge maragata’. Incapaz también de rescatar a su amada de la contingencia de la pobreza familiar que obliga a la protagonista a un matrimonio de conveniencia con su primo Antonio para salvar a su familia de dicha pobreza.

En el juego del tiempo y las diferentes épocas, ¿cabe considerar que las contingencias resultan decisivas?  ¿Qué final tendría la narración en cada etapa histórica de acuerdo a sus propias limitaciones o contingencias? ¿Puede la Voluntad / El Amor vencerlas?

La novela que glosamos es mucho más de lo que parece: una simple historia de amor ambientada en un remoto mundo rural. Un mundo encantado con un personaje ensimismado que es preciso desencantar. Recoge el gran drama cultural universal, Conocimiento y Voluntad, Saber y Querer que, al cabo, es el teatro de la Cultura y de la propia aventura humana. La capacidad de la Voluntad para gobernar y dirigir la Mente.

Lo que pudo ser y no fue por nuestras propias decisiones y las de los demás.

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