Es inquietante el momento en el que vivimos, de descrédito de la democracia. Yo sigo pensando que es lo único que podemos tener
La reconocida periodista Rosa Montero regresa con una novela en la que por primera vez es esencial el amor. ‘El peso del corazón’ nos lleva de nuevo a ese mundo propio que la narradora ha creado y en el que juega a ser un Dios muy poderoso y así nos lo contó en Periodista Digital.
El regreso de la detective Bruna Husky. Un thriller, una novela de aventuras, una historia de fantasía, de amor… Un relato legendario. Contratada para resolver un caso a primera vista sencillo, la detective Bruna Husky se enfrenta a una trama de corrupción internacional que amenaza con desestabilizar el frágil equilibrio entre una Tierra convulsa y la dictadura religiosa de Reino de Labari.
En un futuro en el que la guerra está supuestamente erradicada, Bruna lucha contrarreloj por la libertad y en defensa de la vida, mientras asimila los sentimientos contradictorios que le produce hacerse cargo de una niña pequeña.
Bruna Husky es una heroína extrema y fascinante; una superviviente capaz de todo que se debate entre la fragilidad y la dureza, entre la autosuficiencia y la desesperada necesidad de cariño. Es una fiera atrapada en la cárcel de su corta vida, un tigre que va y viene ante los barrotes de su jaula «para que no se le escape el único y brevísimo instante de la salvación», como el felino de la bella frase de Elias Canetti.
»El peso del corazón» es un thriller, una novela de aventuras política y ecológica, una historia de fantasía y ciencia ficción, un relato mítico, un cuento para adultos, una reflexión sobre la creación literaria, una metáfora sobre el peso de la vida y la oscuridad de la muerte? ¡Y una historia de amor! Rosa Montero regresa al mundo fascinante que creó en Lágrimas en la lluvia y nos sorprende de nuevo con esa potencia narrativa que ha convertido a Bruna Husky en una protagonista legendaria.
TITULARES DE LA AUTORA
Yo antes de empezar a escribir formalmente me paso un año, un año y medio tomando notas, desarrollando la novela, haciendo diagramas del libro.
Después de mi tercera novela, ‘Te trataré como a una reina’, me bloqueé y estuve cuatro años sin poder escribir. Y fueron horribles.
La imaginación de todos nosotros es lo que nos permite dar cierta apariencia de orden al caos de la vida. Sin la imaginación con la cual completamos la vida, la vida sería ruido y furia.
‘El peso del corazón’ es otra novela de Bruna Husky, del mismo mundo en el que sucedió y con la misma protagonista de ‘Lagrimas en la lluvia’. Es en Madrid en el año 2109, es decir dentro de un siglo, más o menos. Y la protagonista es el personaje que más me gusta de todos que he hecho en mi vida.
Nosotros vivimos como si no fuéramos a morir. Pero Bruna Husky no puede olvidarse de esto. Entonces, en este sentido, es una representación de la gran tragedia del ser humano, que es venir a esta vida tan hermosa, con tantos deseos de vivir, con tantos deseos de ser, con tantas proyecciones hacia el futuro, con un «yo», una identidad tan enorme. Porque nos parece que nuestro «yo» llena el mundo, y esto para nada, para morirnos.
Esta es una tremenda tragedia que condiciona al ser humano, y todo lo que hacemos lo hacemos por o contra la muerte, es el tema principal de la novela.
Mis novelas son muy existencialistas todas. Entonces tratan de esto, de la muerte, la obsesión por la muerte, la obsesión por el paso del tiempo, que todo lo ulcera, que todo lo devora, del sentido de la vida, si es que tiene alguno.
Otro tema muy mío es el del poder, la relación de los individuos con el poder, los abusos de poder. Esta novela tiene una parte política y social importante.
Es inquietante el momento en el que vivimos, de descrédito de la democracia. Yo sigo pensando que es lo único que podemos tener.
Bruna Husky es una androide orgánica, pero para mí es más humana, es la representación del humano, es la esencia de la humanidad.
Las dos novelas más realistas que he escrito en mi vida son las dos de ciencia ficción, ‘Lagrimas en la lluvia’ y esta, ‘El peso del corazón’.
Hicieron un estudio hace años y salía que el género literario más odiado por los lectores, hombre y mujeres, en España era la ciencia ficción. Y creo que hay un equívoco total.
La ciencia ficción es una herramienta metafórica poderosísima para hablar de la realidad, para hablar de la condición humana.
Escribir novelas es un poco como ser Dios, pero si te construyes un mundo ya es ser un Dios omnipotente. Es un juego enorme, es jugar con un juguete gigantesco.
Bruna Husky es el personaje más cercano que he tenido. Incluso le he dado un nombre mío, porque Bruna Husky era mi nombre de Second Life. Hace unos diez años entré en Second Life tres meses, que es como estar tres años, porque en Second Life la vida va muy rápido.
Lo que intento en mis entrevistas es entender al otro. Intento dejar los prejuicios, lo que es imposible, porque todos tenemos prejuicios, pero limpiarme lo más posible, intentar ir al encuentro a entender como se ve el mundo desde la cabeza del otro. Esto es un esfuerzo, es una especie de viaje hacia el otro que intento hacer en cada entrevista.
Calculé una vez que había hecho unos dos mil entrevistas, de estas grandes. Para reportajes y esto tienen que ser veinte mil. Pero dos mil entrevistas es muchísimo. Efectivamente ahora me interesa dedicar mi vida a otra cosa.
En el periodismo la claridad es un valor, y cuando más clara y menos equívoca sea la pieza periodística, mejor. En la novela la ambigüedad es un valor. Cuando más compleja sea la interpretación de la novela, incluso si tiene varios significados contradictorios, mejor es esa novela.
No veo mal es futuro del periodismo porque todas las sociedades democráticas necesitan unos medios de prensa fuertes y plurales. O sea, en este sentido, como lo necesitan como agua, se arreglarán y se encontrarán y se conseguirá mantener esto porque es esencial. Ahora, en el periodismo, estamos pasando una crisis del modelo del mercado, del modelo de la industria.
Se va con muy mal criterio por parte de los directivos de los medios. Se está cortando la parte cultural, se está cortando la parte social, solamente se potencia la parte política, la política más pequeña, no lo político que es interesante, sino la politiquilla.
Rosa Montero nació en Madrid en 1951. Estudió Periodismo y Psicología y trabajó como periodista para diversos medios de comunicación. Es colabora en el diario El País. En 1978 ganó el Premio Mundo de entrevistas, en 1980 el Nacional de Periodismo de reportajes y artículos literarios y en 2005 obtuvo el Rodríguez Santamaría de Periodismo en reconocimiento a toda una vida profesional.
Es autora, entre otras novelas, de ‘La hija del caníbal’ (1997, Premio Primavera), ‘El corazón del tártaro’ (2001), ‘La loca de la casa’ (2003, Premio Grinzane Cavour 2005 de literatura extranjera y Premio Qué Leer 2003 al mejor libro en español) e ‘Historia del Rey Transparente’ (2005, Premio Qué Leer 2005 al mejor libro en español), y también es autora obras relacionadas con el periodismo y de diversos libros dirigidos al público infantil.
