El doctor Pedro Arquero le ha puesto al torero la nariz en su sitio después de una cogida en 2006

Finito de Córdoba: «Desde que me hice la cirugía estética, la gente no me reconoce por la calle»

El diestro cuenta su complicada experiencia tras varias intervenciones nasales

Dos rinoplastias fallidas restaron calidad de vida al torero. Ahora, y tras una tercera y exitosa intervención, cuentasu experiencia

En esto no hay sexos ni géneros. Y Juan Serrano Pineda, alias Finito de Córdoba, no es sólo que sea un buen torero, es que también es más presumido que un torero.

Los hombres acuden al cirujano plástico tanto como las mujeres. O casi. El número de pacientes masculinos de los centros de estética crece cada año.

Las intervenciones más demandadas entre los hombres son la cirugía de nariz y de párpados, pero en los últimos años también se implantan prótesis en el tórax, en los gemelos, en el trasero, en los cuádriceps y en aquellas partes del cuerpo que convierten a un hombre en un tipo atractivo.

Personajes conocidos como Alfonso Díez, viudo de la duquesa de Alba, ocultan o no hablan de los arreglos estéticos que se han hecho, aunque se aprecie a simple vista que el duque consorte se ha retocado la nariz y las bolsas de los ojos.

O Miguel Bosé, con un lifting que le quitó unos cuantos años e encima. El ex ministro José Bono también se arregló la cara y la calvicie, y Coto Matamoros presumió de su cirugía en los platós de televisión.

Juan Serrano Pineda, más conocido como Finito de Córdoba, no sólo presume de cirugía, el torero ha posado con el doctor Pedro Arquero, el médico que le ha puesto la nariz en su sitio después de una embestida en la plaza en el año 2006.

«Le atendió primero un otorrino, porque a consecuencia del golpe se le había hundido la nariz«, explica a Sara Tejada de Informalia el doctor Arquero.

«No quedó bien y pasó después dos veces por las manos de un maxilofacial. Llegaron a injertarle cartílago de una oreja. En la cuarta intervención, ya conmigo, quedó muy bien, le insertamos cartílago de una costilla. Pero jugando al paddle se dio un golpe que le torció el tabique y le impedía respirar. Se le hizo una corrección y está perfectamente. Ahora nos hemos hecho amigos y hasta me invita a sus fiestas familiares».

Por su parte, Finito cuenta a Sara Tejada que estuvo dos años padeciendo las consecuencias de la embestida del toro, con la nariz hecha polvo y al 40 % de su capacidad de respirar:

«Y estaba horrible, la gente no me reconocía por la calle», explica el diestro, casado con Arancha del Sol.

«Llegué a pensar en irme a Brasil para que me operara Pintaguy, pero una madrugada delante del ordenador encontré el testimonio de una chica que estaba padeciendo lo mismo que yo. Hablaba del doctor Arquero, decidí irme a su consulta y esa visita me devolvió la felicidad».

Cuando Finito recuperó la salud y su perfil, una revista publicó sus fotos hablando de que había pasado por el quirófano por motivos de estética.

«Me dio mucha pena que no apreciaran lo que había sido para mí una tragedia. Y es que detrás de una cirugía estética, muchas veces hay una cirugía reparadora, como ha sido mi caso. Les pedí que lo rectificaran pero no lo hicieron. Y es que si yo sintiera la necesidad psicológica o física de mejorar mi imagen con una intervención, no lo dudaría».

«Por el momento me cuido la piel sobre todo cuando estoy en la finca, con cremas y vitaminas».

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