¿Cuánta gente podría asistir, el próximo domingo, a la misa por las familias en la plaza de Colón? ¿Un millón, como aseguró el pasado viernes la secretaria de la Provincia Eclesiástica de Madrid, María Rosa de la Cierva? Diversos expertos en medición de concentraciones ciudadanas han asegurado a RD que, teniendo en cuenta la densidad del espacio (uniendo, como el año pasado, la plaza de Colón, parte del paseo de la Castellana, Goya y Génova), "no es posible" superar las 300.000 personas. Sea como fuere, lo importante, según apuntan en privado los organizadores del acto, es "llenar la plaza de Colón". Algo que, a día de hoy, es perfectamente factible.

Dicho de otro modo: en el fondo, "da lo mismo" que acudan doscientas mil o medio millón de personas, puesto que la impresión -vista aérea, impacto visual y sensación entre los que participen- sería la de un auténtico "llenazo". Así sucedió el pasado 30 de diciembre, aunque las cifras oficiales -reconocidas desde el Arzobispado de Madrid- no superaron, tirando muy por lo alto, los 300.000.

Diversos expertos, puestos en contacto con RD, realizaron una estimación de la asistencia al acto "en defensa de la familia cristiana" celebrado hace ahora un año, en el mismo escenario y con el mismo motivo que el del próximo domingo. Teniendo en cuenta el área justificada (marcada por los planos de la organización, las fotos aéreas y los espacios marcados por las pantallas gigantes colocadas a lo largo del recorrido), a la hora del Ángelus de Benedicto XVI (12 horas), todos coinciden en señalar que "no es posible" que allí se concentraran más de 300.000 personas. Y, siempre, teniendo en cuenta una densidad de 4 personas por metro cuadrado. Algo, cuando menos, complicado.

El estudio toma en consideración las tres grandes áreas aisladas -y estáticas- (plaza de Colón y escenario, paseo de la Castellana y calle Goya, y calle Génova hasta el final). Del mismo modo, también se tienen en cuenta los grupos de personas en movimiento, con una densidad menor por cuestiones obvias (no están parados, sino en movimiento). La gran diferencia entre ésta y otras grandes manifestaciones -como las contrarias al matrimonio entre homosexuales o a la LOE- estriba precisamente en esto: en la falta de movimiento, que provoca que el espacio correspondiente a una persona sea únicamente ocupado por ésta a lo largo de la celebración.

Sumando todas las áreas, se obtiene un total de 43.395 m2. Teniendo en cuenta las distintas densidades con las que se miden este tipo de eventos, se concluye lo siguiente:


* Con 2 personas por m2, se obtiene un total de 86.790 manifestantes.

* Con 3 personas por m2, se obtiene un total de 130.185 manifestantes.

* Con 4 personas por m2, se obtiene un total de 173.580 manifestantes.

"Teniendo en cuenta la densidad media observada, que se ha incluido gente sentada en las tribunas que había instaladas en el Paseo de Recoletos, el mobiliario urbano, la presencia importante de carritos de bebés y la inclusión de grupos de gente en movimiento, estimamos que la cifra más cercana a la participación real se obtendría entre los 2 y los 3 manifestantes por m2, a la baja", apuntan algunos de estos expertos.

No obstante, y teniendo en cuenta la larga duración del evento (más de tres horas), lo que provocó que muchas familias buscaran descanso en parques y plazas cercanos (desde la plaza de Colón, detrás del escenario, al Paseo del Prado -donde sólo se podía escuchar-), una estimación optimista hablaría de entre 250 y 300.000 personas. Lo que, en sí, constituye un éxito absoluto. Que, si se repite el 28-D, resultaría ciertamente una cifra a considerar.