Queridos amigos:
Os escribo esta carta para poner en vuestro conocimiento un hecho que para nosotros resulta doloroso e inaceptable, sobre todo por venir de un medio de comunicación de la Iglesia. Me refiero al artículo publicado por el Semanario católico de información “Alfa y Omega”, editado por la Fundación San Agustín y la Archidiócesis de Madrid, y que en su nº 619 del día 11 de diciembre del presente año lleva por antetítulo “Ante el laicismo, la escuela católica tiene el derecho a existir y el deber de ser fiel a su ideario” y por título “La Hora de los Valientes”.
El artículo, que está firmado por José Antonio Méndez y que se propone hablar de los derechos y deberes de la escuela católica, según se indica en la portada, resulta sorprendente, doloroso e inaceptable por las descalificaciones directas o indirectas que se hacen de la labor que, mediante religiosos, miembros de institutos seculares y laicos, se realiza en determinados centros católicos.
Por el motivo expuesto, la Junta Directiva de Escuelas Católicas, en su última reunión, decidió dirigir una carta al Sr. Cardenal Arzobispo de Madrid, a fin de manifestar nuestro malestar y denunciar una línea editorial que suscita de forma sistemática la división en el seno de la escuela católica y que excluye en sus páginas la opinión de la inmensa mayoría de las instituciones titulares de centros católicos.
Creo que éste no es el camino que marca el Evangelio cuando habla de la corrección fraterna y que no hace sino ahondar en la desunión de quienes deberíamos distinguirnos por el respeto, la tolerancia, la fraternidad y el aprecio mutuo. Lamentablemente no es la primera vez que recibimos un trato así de injusto y ofensivo por parte del semanario Alfa y Omega.
Aprovecho la circunstancia para agradecer a todos los educadores de los centros católicos vuestra entrega a la misión educativa y evangelizadora, y vuestra fidelidad ejemplar a los idearios fundacionales pese a las dificultades que hoy encontramos. Y como no, desearos que las mismas continúen durante el este año que acaba de comenzar y siempre.
Manuel de Castro Barco
Secretario general de las Escuelas Católicas