CUMBRE-PROGRESISTAS

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Los líderes progresistas acuerdan impulsar las bases de una nueva economía mundial

Agencia EFE, Sábado, 28 de marzo 2009
Los líderes participantes en la cumbre progresista de Viña del Mar acordaron hoy "construir las bases de una nueva economía que permita compartir ampliamente la prosperidad" y evitar que la debacle económica y financiera degenere en un estallido social.

"La crisis económica internacional, el estado del medio ambiente y las graves consecuencias sociales que pueden resultar de éstas demandan un urgente acción de los gobiernos", recalcó la anfitriona del encuentro, la presidenta Michelle Bachelet, al leer la declaración final.

La cita, celebrada por primera vez en América Latina, reunió a los presidentes de Chile, Michelle Bachelet; Brasil, Luiz Inàzio Lula da Silva; Argentina, Cristina Fernández, y Uruguay, Tabaré Vázquez.

También participaron los jefes de Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero; Reino Unido, Gordon Brown, y Noruega, Jens Stoltenberg, y el vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden.

La conferencia, en la que participaron también el secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, y la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Alicia Bárcena, tuvo lugar "en un momento de extrema dificultad", reconocieron los líderes.

La primera reunión que la Red Progresista Mundial creada en 1999 por Bill Clinton y Thony Blair celebra en América Latina tuvo como telón de fondo la cumbre del G-20 que el próximo 2 de abril reúne en Londres a las potencias mundiales y los principales países emergentes.

Esta cita "es vista como una excelente oportunidad para entregar una respuesta efectiva a la crisis", subrayaron los asistentes a la cumbre, en la que no se adoptaron medidas vinculantes.

Los gobernantes progresistas intercambiaron puntos de vista para articular respuestas multilaterales, con sensibilidad social y conciencia ecológica y enfatizaron la necesidad de "poner a la gente primero, para evitar que la recesión económica se transforme en una recesión social".

Por ello, los líderes progresistas se plantean "políticas que reanuden el crecimiento, refuercen la protección social y estimulen la creación de empleo".

Asimismo subrayaron la necesidad de "dar un nuevo ímpetu a los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU" y se mostraron a favor de reformar en sus respectivos países las leyes relativas a las instituciones financieras y coordinar su regulación internacional.

En este sentido, hicieron un llamamiento a que las instituciones financieras internacionales y regionales "jueguen un importante rol en la prevención de las desastrosas consecuencias económicas para los pases emergentes y en desarrollo".

Por ello pidieron que se reformen esas instituciones, aunque ello requiera aumentar su presupuesto, evitar las políticas proteccionistas y concluir con éxito la Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Los líderes aprovecharon la cita de Viña del Mar para intensificar los contactos bilaterales y, en algunos casos, intentar destrabar asuntos que complican sus relaciones.

En su primera visita a Latinoamérica, Biden sostuvo encuentros con Gordon Brown, Cristina Fernández, Tabaré Vázquez y Michelle Bachelet, así como con el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.

Uno de los encuentros que mayor expectación suscitó fue el que sostuvieron el primer ministro del Reino Unido y la presidenta de Argentina, y en el que ambos líderes constataron su desacuerdo sobre la soberanía de las Islas Malvinas, 27 años después de la guerra que les enfrentó.

Por su parte, la anfitriona de la reunión, Michelle Bachelet, se reunió con los presidentes de Brasil, Uruguay y Noruega, así como con el jefe del Gobierno español, quien a su vez se entrevistó con el mandatario brasileño y con su homólogo británico.

Luiz Inazio Lula da Silva también se reunió con el primer ministro de Noruega, Jens Stoltenberg, tras lo cual anunció la creación de un fondo social del petróleo como el creado por el país escandinavo. {pag}{ladillo}Detenidos activistas gays que protestaban cerca de la Cumbre de líderes Progresista{/ladillo} La policía chilena detuvo hoy a un grupo de activistas gays que protestaba en las inmediaciones del hotel de Viña del Mar donde este sábado de celebró la cumbre de líderes progresistas.

Los manifestantes, pertenecientes al Movimiento de Liberación Homosexual (Movilh), se concentraron a varios cientos de metros de la sede de la reunión, en la que participaron los presidentes de Argentina, Brasil, Chile y Uruguay; los primeros ministros del Reino Unido, España y Noruega, y el vicepresidente de Estados Unidos.

Los activistas homosexuales desplegaron pancartas y lanzaron consignas contra el Gobierno de Michelle Bachelet, al que acusan de incumplir las promesas de promover leyes que protejan sus derechos.

Rolando Jiménez, presidente de Movilh, declaró que es necesario que Michelle Bachelet "asuma ante los presidentes progresistas del mundo, los compromisos que suscribió durante su campaña".

"Básicamente queremos la ley de unión civil, que el Gobierno se la juegue con fuerza por una ley antidiscriminatoria, que haya una política pública de no discriminación, que fueron los compromisos que la presidenta suscribió con nosotros", explicó.

Jiménez sostuvo que hasta el momento ninguno de estos compromisos se ha cumplido, pese a que Bachelet lleva tres años en la presidencia.

"Queremos preguntarle qué clase de progresismo es el que ella aporta y levanta cuando no es capaz de entender que el progresismo va más allá de la igualdad económica, que tiene que ver con la igualdad de derechos, la igualdad jurídica de quienes vivimos en este país", señaló.

Sobre este asunto, Bachelet dijo que "si hay algo que nos caracteriza a los progresistas es luchar contra la exclusión y la discriminación de cualquier origen".

"No le hacemos el quite a ningún tipo de debate o discusión", recalcó Bachelet al ser preguntada en la rueda de prensa de la cumbre sobre si era partidaria de legalizar el aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo.

"La mirada progresista es la oportunidad de globalizar la prosperidad, y eso significa entregar igualdad de oportunidades a todos y a todas sin discriminación por edad ni por género ni por sexo ni por religión", enfatizó Bachelet. EFE gn/gs-mf/ao