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Julio Lois: «Los obispos no se preocupan suficientemente por los que más sufren»

RD, Miércoles, 2 de septiembre 2009

"El Cristianismo, ante la crisis económica", es el lema del XXIX Congreso de Teólogos y Teólogas "Juan XXIII", que este jueves arranca en Madrid. A lo largo de cuatro días, un millar de teólogos, religiosos, laicos, cristianos de base y representantes de distintas instituciones sociales, políticas y eclesiales debatirán sobre las razones de la crisis económica y el papel de los cristianos ante la misma. El presidente de la Asociación de Teólogos, Julio Lois, apunta en una entrevista a RD que "la economía no debe sustraerse a principios éticos". En cuanto al papel de la Iglesia, lamenta que la jerarquía "no se preocupa suficientemente por los que más sufren".

- ¿Cuál debe ser el papel de los cristianos frente a esta crisis que nos afecta?

- Los cristianos, no sólo en tiempos de crisis, debemos preocuparnos por las personas más débiles de la sociedad, que son quienes más padecen la desigualdad. Esa fue la preocupación de Jesús de Nazareth, y la que deberíamos tener todos los cristianos. Además, en situaciones de crisis, razón de más para agudizar la solidaridad. Como cristianos, debemos demostrar una preocupación ética y teológica profunda.

- ¿Y la jerarquía? ¿Cuál debería ser su papel? ¿Cómo está actuando?

- Se están haciendo cosas, aunque bien es cierto que, desde un punto de vista institucional, no se refleja suficientemente esta solidaridad. No parece que los obispos se preocupen suficientemente por los que sufren. La Iglesia institución debería reflejar esa preocupación con mayor intensidad. También, ojo, los cristianos de base, que debiéramos preguntarnos cómo expresar mejor nuestra solidaridad. E intentaremos reflejarlo en este congreso, que a los obispos no satisface demasiado.

-¿De qué modo colaborar?

-En dos ámbitos: en primer lugar, en la tarea asistencial, ayudando a los que están en situaciones graves, de alimentación o vivienda. En este sentido, el Foro de Curas de Madrid hizo el gesto de entregar el 5% de su sueldo a proyectos sociales. En segundo término, una tarea de cambio estructural, en el que la Iglesia, sin vincularse a una política concreta, tiene que animar a los creyentes.

- ¿Lo hace?

- Teóricamente, nos anima al compromiso en partidos, sindicatos, ONG, grupos de base... ahí es donde tienen que estar, los cristianos. Y, en tiempos de crisis, habría que incentivar la urgencia de la participación y el compromiso.

- Se habla mucho (y Benedicto XVI lo ha recordado en su encíclica) de que estamos ante una crisis económica, pero también ante una crisis moral. ¿Es así?

-Yo tengo la impresión de que las situaciones de desigualdad hiriente están vinculadas a la falta de ética. El gran mandato ético es la solidaridad con el prójimo, y la preocupación por el débil es el gran valor ético. En este sentido, la economía no debe sustraerse a principios éticos fundamentales. La ética es fundamental a la hora de orientar la acción política y económica. Por ello, urge la búsqueda de propuestas, y eso es lo que vamos a hacer en este congreso: reflexionar y orientar. No somos economistas, no tenemos respuestas, pero sí la responsabilidad de buscarlas.