Con la despedida bursátil de Terra, que
hoy fijó su último precio en 3,04 euros -después de haber alcanzado
los 157,65 euros en el 2000-, desaparece envuelto en la polémica el
representante más genuino de los valores españoles de la "nueva
economía".
La fusión con su matriz, Telefónica, que se inscribirá mañana en
el registro mercantil y se materializará el lunes mediante un canje
de acciones, en la proporción de 9 de Terra por 2 de Telefónica,
acabará con cerca de seis años de cotización del portal de Internet
en bolsa.
Terra alcanzó la gloria en su estreno bursátil el 17 de noviembre
de 1999, al convertirse en la empresa que obtuvo la mayor
revalorización en una salida al mercado, el 213 por ciento, ya que
las acciones -colocó cerca del 24 por ciento del capital- se
vendieron a los inversores minoristas al precio de 11,81 euros y ese
día acabaron a 37.
Pero antes de que las suculentas ganancias que ofrecía en bolsa
convirtieran a Terra en un foco de atención mediático, la "joya de
la corona" de Juan Vilallonga, entonces presidente de Telefónica, ya
se había rodeado del escándalo, por la asignación a algún directivo
de acciones a un precio tres veces inferior al que se venderían en
el mercado.
En los meses siguientes y antes de que estallara "la burbuja
tecnológica" en marzo de 2000, la cotización de Terra se elevó hasta
el limbo por la especulación, alimentada por los principios y las
expectativas que preconizaba la "nueva economía" -desaparición de
los ciclos económicos, ganancias de productividad por el uso
intensivo de las nuevas tecnologías, etc.-.
En concreto, los títulos de Terra marcaban el día de San Valentín
de 2000 el precio más elevado de su historia, 157,65 euros, lo que
representaba una revalorización del 1.234,88 por ciento respecto al
precio de salida a bolsa -respecto a esta cotización, su último
precio supone un descenso del 98 por ciento-.
Esta trayectoria, fomentada por las recomendaciones de firmas de
bolsa y por haber adquirido el marchamo de valor con el que
especular y conseguir dinero fácil, le erigió durante una larga
temporada en la cuarta empresa por capitalización de la bolsa
española, con un valor cercano a 40.000 millones de euros.
Así, el valor bursátil de Terra, que el día 25 de febrero de 2000
registraba su mayor cotización al cierre, 139,75 euros, quedaba a
poco menos de mil millones de euros por debajo del SCH y BBVA y a
gran distancia de Telefónica.
La cotización de Terra, de la que Telefónica posee casi el 76 por
ciento del capital en la actualidad, inició con el estallido de "la
burbuja tecnológica" una caída que le ha llevado hasta los niveles
actuales y que le otorga actualmente un valor bursátil de 1.750
millones.
El descenso a los infiernos ha ido acompañado de controvertidas
iniciativas de gestión que han "perjudicado" a los pequeños
accionistas y han trasladado a los tribunales las decisiones
adoptadas por los administradores de la compañía.
Entre estas, destacaron la fusión con Lycos mediante un
intercambio de acciones por valor de 12.500 millones de dólares,
anunciada en mayo de 2000 o la revisión de los objetivos de la
compañía -estaba previsto que lograra beneficios en 2003 y se
retrasó el umbral de rentabilidad hasta 2005-.
Además, en mayo de 2003 Telefónica presentó una oferta pública de
adquisición (OPA) a 5,25 euros por cada título de Terra para comprar
hasta el 75 por ciento de su capital, lo que le permitiría acceder a
un crédito fiscal de algo más de 1.000 millones de euros y que
finalmente no consiguió Telefónica, ya que elevó su participación
del 44 al 72 por ciento.
Otros aspectos polémicos de la gestión de Terra han sido la
usurpación por Telefónica de actividades reservadas en principio a
la filial, como el negocio de ADSL e Internet, la asignación de
opciones, o la sonada salida de algunos directivos.
La desaparición de la compañía, acosada en los tribunales por
asociaciones de pequeños accionistas perjudicados por las decisiones
de sus gestores y vigilada por la Comisión Nacional del Mercado de
Valores (CNMV), se selló en las juntas de accionistas de Terra y
Telefónica, celebradas el pasado 2 de junio y 31 de mayo.