Es una de las mayores leyendas urbanas que Intenet ha producido, pero a pesar de su inverosimilitud sale publicada cada cierto tiempo como auténtica en la Red.
La falsa historia cuenta que un genio japonés ha inventado un proceso por el cual los gatos recién nacidos son introducidos en frascos de cristal lo que impide el desarrollo de sus huesos.
El método consiste en introducirles en las botellas cuando tienen pocas semanas y sus huesos no se han endurecido con un agujero para que respiren y un tubo en la boca para alimentarlos; además, una sonda en el ano les permite deshacerse de orina y heces. Una vez ha crecido, se rompe la botella quedándo el gato con la forma del recipiente.
Cuenta hasta con su propia página web Bonsaikitten donde son muchos los internautas que escriben quejándose por la atrocidad.