Una minúscula jicotea con dos cabezas
apareció en las riberas del río Almendares, de La Habana, y aunque
los especialistas creen que vivirá poco tiempo, esta tortuga de agua
se muestra muy vivaz y con apetito.
"Tina", como ha sido bautizada la jicotea, nació hace poco más de
una semana y fue encontrada el sábado último entre un montón de
hojas secas por un policía cubano en el Bosque de La Habana, según
el diario oficial "Juventud Rebelde".
Las cabezas de la jicotea, de la especie conocida científicamente
como Trachemys decussata, la única de agua dulce que vive en Cuba,
nacen cada cual de un cuello y para alimentarse comen de manera
independiente por ambas bocas trocitos de carne y de verdura.
Los biólogos del Acuario Nacional, Danilo Cruz, Alexis Fernández
y Liena Sánchez, dijeron tras examinarla que el ejemplar tiene muy
pocas posibilidades de sobrevivir, debido a la malformación
congénita que padece, aunque hasta ahora goza de buena salud.
Consideraron que no pueden precisar aún las causas de la mutación
genética que provocó el nacimiento de la jicotea bicéfala, aunque no
descartan que pudiera haber influido en ello las aguas contaminadas
del río Almendares.
Pero, según la bióloga Consuelo Nazábal, necesitarían realizar un
estudio completo de las especies que habitan el lugar en busca de
mutaciones en otros ejemplares para poder dictaminar si la
contaminación es la verdadera causante de tales fenómenos.
De momento, según opinó la veterinaria Celia Guevara, habrá que
esperar que la pequeña jicotea esté un poco más fuerte para hacerle
una radiografía y de esa manera determinar si, además de sus dos
cabezas y respectivos cuellos, tiene también duplicados otros de sus
órganos vitales.
No obstante, recomendaron a su descubridor, Alexander Nápoles,
que le suministre pequeñas dosis de vitaminas, adicionalmente a la
comida tradicional, y la mantenga en un recipiente con algunas
piedras y en un sitio en el que pueda recibir el sol.
Nápoles recordó que en el mismo lugar donde apareció "Tina" había
encontrado otras jicoteas anteriormente, porque al parecer,
acostumbran a anidar allí, sobre todo -explicó- cuando crece el río,
como sucedió la semana pasada por las lluvias del huracán "Rita".
Esta jicotea es una de las 136 especies de reptiles que existen
en Cuba, de las cuales alrededor del 80 por ciento son endémicas, y
es también el único representante nacional de las tortugas de agua
dulce, aunque, según las fuentes, existen otras cinco especies que
viven en la plataforma insular y están en peligro de extinción.