Da igual que llueva o truene, el presidente Zapatero siempre tiene la misma cara

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ZP o la enigmática sonrisa del giocondo

PD, Domingo, 9 de octubre 2005

Da igual que llueva o truene. Que estemos abrasados por la pero sequía del siglo o que una semana antes de las elecciones los sondeos lo sitúen 29 escaños por debajo de su adversario. Si bandadas de subsaharianos asaltan la valla fronteriza con Marruecos y corren a pedradas a unos escasos legionarios y guardias civiles a los que se les ha ordeando "estarse quietos", el sonríe. Si el PSOE parece resquebrajarse, debido al Estatut catalán, el sonríe. Y lo mismo hace cuando Bush lo ignora en las cumbres o Batasuna lo pone en un brete.

Hay quien sostiene, como Alejo Vidal-Quadras en su blog que esa sonrisa permanente es reflejo de su "inanidad" y que si España fuese una familia y Zapatero su cabeza, no cabe duda que la riqueza común estaría en grave riesgo por el comportamiento irresponsable y disoluto del teóricamente encargado de preservarla y engrandecerla. Y afirma que habría que incapacitarlo, por "pródigo":

Frente a Marruecos, ETA o los nacionalistas catalanes, nuestro pater familias no hace otra cosa que ceder, regalar, consentir y dilapidar. Estamos a un paso de que entregue Ceuta y Melilla a Mohamed VI, toda la recaudación fiscal de Cataluña a Carod y a Mas, y la libertad, la vida y la hacienda de los vascos que también quieren ser españoles a Txeroqui y a Otegi.

El diario El Mundo, que este domingo dedica un largo artículo al asunto, en su sección Crónica, revela que esa sonrisa "de querubín de carrillos reventones", ha cambiado poco con los años:

Aquellos carrillos que le granjearon en el León de su infancia el apodo de El Papes, que tanto le disgustaba y del que no se pudo deshacer hasta bien pasada la adolescencia. El Papes sigue sonriendo igual.

Escribe Francisco Rubiales en su blog -Voto en Blanco- que hasta ahora parecía inmunizado contra el desgaste y gobernaba protegido por una ciudadanía agradecida por su estilo de gobierno (talante) dialogante, sonriente y cordial, pero el encanto ha desaparecido y Zapatero se desgasta ya peligrosamente, tras haber cometido, con su apoyo personal al Estatuto de Cataluña, un error que los ciudadanos no le perdonan:

Hastiados del estilo lejano, autoritario y crispante de José María Aznar y cansados de su afición por demonizar al adversario, sin dialogar nunca, los ciudadanos españoles habían blindado al presidente del Gobierno Español, José Luis Rodríguez Zapatero, frente al desgaste, a pesar de sus errores, pero esa protección, según reflejan las encuestas, ya ha desaparecido y Zapatero, como cualquier otro gobernante, tiene que responder ya de sus errores y desatinos.

Frente a los que creen que va cuesta abajo o que es un personaje vacío y de escaso calado, al que le cayó la presidencia de Gobierno como quien recibe un premio en la lotería, Anibal Malvar afirma en El Mundo que Zapatero "es frío y calculador como las damas del cine negro":Zapatero con Maragall.

Varios cadáveres salpican su carrera. Muy inteligente pero de formación intelectual no demasiado profunda, prefiere callar y espera a que se pronuncie la sociedad. No le gusta contrariar, pero no es débil. Acaba imponiendo siempre sus criterios. Nunca se enfrenta a nadie sin saber a priori, y con una calculadora llamada José Blanco que haya hecho antes la contabilidad, que va a ganar. Porque siempre gana. Es un utopista radical que piensa que puede cambiar la sociedad española en cuatro, ocho años.Como un Mesías.

Recoge Anibal Malvar testimonios de varios expertos, incluidos psiquiatras, y por su indudable interés, reproducimos algunos fragmentos:

Enrique González Duro (psiquiatra):- «Su máscara es de bisoñez, pero no es bisoño. El 12 de octubre de 2003, cuando no se levantó en el desfile al paso de la bandera de EEUU,  día lo demostró con claridad. Yo mismo no me lo creía. Qué valentía para un voluntarista como él. Me sorprendió ese gesto cuando no esperaba nada de él, con esa oposición anodina y light que estaba haciendo. El tiempo le dio la razón. Llegó a mucha gente con aquel gesto».

Schroeder con Zapatero.Miguel Vega (psiquiatra).-  «No nos habló nunca de su abuelo, que yo recuerde, pero es que yo creo que la sensación de bandos él la vivía más intensamente que nosotros. Por el padre y por el abuelo, supongo. Aunque en la pandilla se hablaba mucho de política. Éramos una pandilla muy ecléctica. Él era el más izquierdista.Yo era de los de derechas».

Aniceto Meleón (IU, León).- «Ni una palabra mala, ni una acción buena».

Antonio Natera (profesor de Ciencia Política en la Universidad Carlos III).- «Alfredo Pérez Rubalcaba es su estudioso de las políticas de inclusión, porque ZP no es precisamente un teórico. Su forma de hacer política es moderna, y se demuestra en el caso del Estatut: él ha incluido a todos los actores en el debate pero sigue sin afirmar de forma clara su propia posición. Antes deja que el entorno actúe. El caso es idéntico al que se dio con el plan Ibarretxe. ¿Quién ha vuelto a hablar del plan Ibarretxe? Murió por sí mismo. Si hubiera reaccionado de forma compulsiva aun estaríamos hablando de eso. Zapatero conjuga dos formas de respuesta, una lenta y otra rápida. Ejemplo de la rápida, la retirada de las fuerzas de Irak recién llegado a la Moncloa. Sabía por las manifestaciones que contaba con el apoyo de la sociedad. Respuesta lenta: plan Ibarretxe y Estatut. Aquí aguanta y deja que la presión de la oposición y la mediática actúen sin pronunciarse él de forma clara. Espera siempre a tener un respaldo social grande y luego habla».

No todos comparten este enfoque. El profesor Ramón Tamames, incluía hace un par de semanas un post en su blog bajo el expresivo título: "ONU, Zero papatero, zero Zapatero", en el que echaba a tierra las altisonantes propuestas del presidente de l Gobierno español:

"Otra ocasión perdida para las causas de la justicia y la solidaridad. Y otra ganada para el pantocratismo del Sr. Bush y sus adláteres. Entre los cuales, en busca del perdón imperial, ya se sitúa también Rodríguez Zapatero, que con su difusa tesis ayatoliana de la “Alianza de Civilizaciones” contribuyó a crear la niebla suficiente para que todo siga igual".

Antonio Natera , que tan bien trata a Zapatero, observa dos debilidades peligrosas en el presidente, casi en línea con Tamames. La primera, en política exterior: «Es un hombre que ha viajado muy poco, y eso se nota». Zapatero con Rajoy.

La segunda, ese dejar actuar a las inercias exteriores antes de pronunciarse: «El problema ahí es que provoca incertidumbre.Temas como el Estatut, se está viendo, pueden escapársele de las manos».

Para Natera, Zapatero con su respuesta lenta consigue «seguridad en sí mismo y autocontrol».

Tiene tiempo a madurar cada paso. Pero la percepción del ciudadano es justamente la contraria: «Muchos confunden esto con debilidad.