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Testimonio del soldado al que PP y PSOE abandonaron a su suerte

Borja Ventura, Miércoles, 23 de noviembre 2005

Su nombre es Sergio Santisteban, y es Sargento de Infantería. Ha participado en dos guerras, la de Bosnia y la de Irak. En ella fue herido, pero ese fue sólo el principio de sus penurias. Una serie de negligencias en la repatriación y en la atención médica le arrastraron a una situación psiquiátrica crítica, con episodios de alcoholismo e intentos de suicidio. Ahora, como delegado de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), cuenta su historia para que la gente sepa qué pasó. "Miedo no le voy a tener a un general o un ministro porque no le vaya a gustar lo que digo", afirma.

"No culpo a las instituciones militares, sino a los dirigentes", sentencia: ni el anterior ni el actual Gobierno se han hecho cargo de su situación, y por eso ha decidido hablar. De baja médica en su casa de Córdoba, cuenta a Periodista Digital su traumática experiencia tras la guerra, no únicamente en Irak, sino también en España. Desde AUME han apoyado desde el principio la causa de este joven militar, que únicamente reclama el reconocimiento como herido en combate, reconocimiento que el Gobierno le niega.

{p}Usted estuvo en Irak, pero fue herido...{/p}
El 11 de febrero de 2004 recibimos el ataque: una granada explotó a dos metros de nosotros e hirió a mi alférez y a mí. Como mi alférez quedó más incapacitado que yo en ese momento, asumí el mando. Y tenía dos opciones, o replegarme, o hacer lo que los norteamericanos: coger un par de camiones BMR rigurosamente armados y fundir la calle, con lo que se hubieran producido daños colaterales. Pero no, preferimos hacer lo primero, y nadie causó baja, ni civil, ni militar. Allí en Irak fui operado, pero como podrás imaginar, las condiciones sanitarias no son las mejores posibles. Imagínate que cuando nos despedimos el día 25 para volver a España el general que me auscultó el brazo nos dijo que nos veríamos en Zaragoza; le pregunté por qué, y me dijo "cuando nos denunciéis", y añadió, "pero que sepas que dispongo de un seguro de 250 millones de pesetas para estos casos". Imagínate que tu médico te opera y te dice eso. No puedo hacer valoraciones médicas de lo que me hicieron, pero estoy totalmente conforme con la actuación que tuvieron dadas las circunstancias.
{p1}¿Pero?{/p1}
Detalles como que reconocimos la voz de Almudena Ariza, de TV1, mientras estábamos en el hospital de campaña; intentó entrar, pero no le dejaron alegando que estábamos en estado de reposo. ¿Qué reposo, si habían venido más de cincuenta compañeros? ¿Por qué este ocultismo?
{p1}También tuvo problemas con la repatriación...{/p1}
La evacuación fue quince días después de haber recibido el ataque. Se dijo que lo nuestro era una baja rutinaria, tanto la mía como la del alférez: quien dijo esto no tiene otra palabra que la de sinvergüenza. Éramos heridos graves, pero este hombre nos calificó como baja rutinaria. Fue el mismo que me auscultó el oído y me dijo que no tenía nada, hasta que un capitán médico nicaragüense me vio y dijo que lo que tenía perforado. Me parece que los conocimientos a este respecto del ejército español son casi nulos, porque yo me pregunto cuándo fue la última vez que el entamos en combate: hace mucho como para decir que era una baja rutinaria, ¿no?.
{p1}¿Por qué cree que se retrasó tanto su repatriación?{/p1}
No pongo en duda que se iniciaran los trámites necesarios para la repatriación, pero algo pasó. No quiero hacer valoraciones políticas, pero recuerdo que el 20 de febrero hubieron movilizaciones en España por la guerra en Irak: ¿interesaba tener dos heridos graves en el hospital Gomez de Ulla? Yo creo que no. Es algo que hay que denunciar, no sólo por lo que ya pasó, sino para evitar que se repita.
{p1}¿Qué pasó al ir a volver a España?{/p1}
Al ir a embarcar en un Hércules para regresar a España hablé con una capitán médico. Al identificarme me dijo "¿ustedes son los del 11 de febrero, llevamos desde el día 13 de febrero para repatriarles". Más tarde hablé con una soldado y le pregunté cómo estaba y me dijo que no muy bien porque llevaba "catorce días encerrada en una base norteamericana en Kuwait y los mandos van por ahí paseando y yo aquí metida". Es decir, esperaron esos días antes de traernos de vuelta mientras permanecíamos heridos fuera de nuestro país. Se pidió al Asesor Técnico del Ministerio de Defensa que lo investigara, pero aún no ha habido respuesta, porque no interesa.

{p1}¿Qué les dijeron al respecto del retraso?{/p1}
El informe dice taxativamente que no había un avión disponible: sé que en esos días un Hércules del ejército viajó a Guantánamo para traer a España a un presunto terrorista, pero a juzgar por lo que dice el informe se podría decir que el ejército del aire sólo tiene un avión disponible, pero no, me parece que el ejército del aire tiene muchos más aviones. La madre del alférez llamó al ministro Trillo para expresarle su descontento porque se fuera a llevar a España a un presunto terrorista mientras su hijo y un compañero esperaban: aquí militares somos todos, no sólo los que vestimos uniforme, sino también nuestros familiares. Por fin llegamos la madrugada del 26 de febrero de 2004, unos catorce días después de haber sufrido el ataque.

{ladillo}Vuelta a España{/ladillo}

{p1}¿Qué pasó al llegar a España?{/p1}
Llegamos a las cuatro de la madrugada al aeropuerto de Torrejón de Ardoz. Iba bajando yo del avión con los seis petates en una mano, ya que tenía la otra herida, tres míos y tres del alférez, en presencia de todo el personal, que permaneció impasible. Mi esposa pidió permiso al comandante que asistía en representación de mi unidad para venir a abrazarme, y al acercarse un guardia de seguridad motivado por un funcionario le empujó. Eso nada más llegar. Me pregunto por qué esto. Según nos dijo el ministerio de Defensa, en el hospital había cierto malestar por un cambio en la dirección.

{sumario}Nosotros estábamos pegando tiros allí, no estábamos repartiendo garrafas de agua como quieren hacer creer{/sumario}

{p1}Pero en el hospital las cosas no mejoraron{/p1}
Nos atendieron tras doce horas de espera, cuando mi mujer protestó. No nos hicieron diagnóstico alguno: el diagnóstico de entrada fue el que traíamos de Irak. En el informe que hicieron se decía "según la documentación que aportaban", que era la nuestra, porque no hicieron ningún diagnóstico, se decían muchas cosas... Yo calificaría el informe de mentira, a parte de vacilante. En él consta que fuimos heridos en servicio; obviamente no estabamos allí de vacaciones. Y para el Gobierno, no existe ningua diferencia entre ser herido en combate o ser herido en un atentado terrorista.
{p1}¿Atendieron sus heridas en el hospital?{/p1}
No recibimos atención alguna a las heridas. Dicen que nuestro descontento estaba en las condiciones en la que nos trasladaban dentro del hospital, por las que el capitán a cargo del hospital nos pidió disculpas: iba yo con el brazo enyesado y empujando la silla de ruedas de mi alférez. Pero no, no era por eso. Sólo daré un ejemplo: para un análisis de orina, en nuestro estado, mientras el alférez se sostenía, yo aguantaba en vaso de plástico con el que se llenaban las probetas, con el consecuente manchurrón, dadas nuestras condiciones, de orina del alférez en mi camisa. Todo esto en presencia de una enfermera que se limitaba a leer una revista del corazón. Encima en el informe expresa su constante preocupación porque, según dicen, se hicieron cargo de nosotros desde el primer momento.
{p1}Ante los hechos ¿qué hizo?{/p1}
Pedí el alta voluntaria en el hospital para irme a Córdoba a que me atendieran; allí llegué la noche del 27 de febrero de 2004, es decir, dieciséis días después del atentado. Imagina la cara de nuestros familiares al vernos salir del hospital al alférez en silla de ruedes y yo tirando de ella. Fuimos a Córdoba, donde sí recibimos una atención médica conveniente: dado el retraso, no pudieron operarme en condiciones  hasta el día 15 de marzo a causa de la hinchazón que tenía. Es decir, que ya había pasado un mes y cuatro días desde el  atentado. Y luego, además, me enviaron desde Madrid un volante de citación para el 5 de marzo, para que volviera; algo inconcebible.
{p1}¿Qué es lo que reclama?{/p1}
Un reconocimiento o recompensa a los trece hombres bajo mi mando: soldados contratados que, ante una situación en que cualquier hombre hubiera tenido miedo y su primer impulso hubiera sido irse corriendo, se quedaron allí para proteger a sus mandos y llevar a cabo acciones militares coherentes. Me gustaría preguntarle al pueblo qué prefieren: condecorar a soldados como estos o a generales. Cada noche doy gracias a Dios porque a ninguno de mis soldados les pasó nada más grave que a nosotros. Y a mí que me reconozcan como herido en combate, pero como no nos lo concedieron, mi mujer solicitó que me declararan como vícitima del terrorismo. Pero la resupuesta vino de la señora Vicepresidenta del Gobierno, señora por llamarla de alguna manera, que nos envía una carta firmada en la que me explica que no reúno las condiciones para el reconocimiento como víctima del terrorismo. Por ello, resuelven denegar el reconocimiento civil como víctima del terrorismo, y dice que puedo recurrir la decisión mediante un recurso contencioso administrativo.
{p1}¿Tuvo usted o su unidad algún tipo de reconocimiento?{/p1}
Irak es una guerra que no vende, que parece haberle sentado mal a España. Pero eso no es mi culpa ni la de mis hombres, ni de ninguno de los que hemos estado pegando tiros allí. Ha sido una auténtica desvergüenza para las Fuerzas Armadas. Perdón por el comentario, pero creo que todo perro necesita su galletita, todos necesitan su felicitación. Pero a nosotros nada, y como eres militar, te callas la boquita. Los jefes militares operaron con la técnica del avestruz, "yo escondo la cabeza y a mí que no me manchen". Cuando el señor Aznar entregó 65 condecoraciones por lo de Perejil... todavía como militar no salgo de mi asombro. Al llegar a España le dije a un amigo mío, si a ellos les dan la Cruz Roja por la operación en el Perejil, a nosotros ¿qué nos van a dar? Pero no, en la guerra se llevaron a cabo más de quinientas acciones de combate, con trescientos hombres de infantería de la legión y más de mil de apoyo al mando y de apoyo logístico. Sin embargo, sólo se dieron 28 medallas. El Gobierno se llevó un abucheo de los asistentes por el tacañismo a la hora de condecorar.¿Así se paga a los que vienen a la guerra?
{p1}¿Mejoró algo con el cambio de Gobierno?{/p1}
No. Un cambio de Gobierno implica un traspaso de responsabilidades: cuando uno asume el Gobierno, asume todas las responsabilidades que tiene. Creo que deberíamos recibir todo el apoyo de nuestro país, que para eso estamos.
{p1}¿Qué conclusiones saca de todo lo sucedido?{/p1}
La finalidad del militar es la guerra, no las ONG, aunque suene mal decirlo. A mí un capitán inglés me dijo en castellano: "los españoles sois unos tontopollas porque sois el único ejército que está desplegado en Irak como ayuda humanitaria". Esto en un contexto bélico no se lo cree ni el Tato. Misión humanitaria fue en Bosnia, que ibas con un casco azul y te decía que como pegaras un tiro, acababas en la cárcel. Pero Irak no fue lo que nos vendieron: no fuimos voluntarios. En Bosnia actuamos como un ejército ejemplar, reconocido por todos, y ahora hemos vuelto con el rabo entre las piernas. Nosotros estábamos pegando tiros allí, no estábamos repartiendo garrafas de agua como quieren hacer creer. Creo que en Mozambique hay mejores condiciones que las que teníamos nosotros en Diwaniya: aún me duelen los dientes cuando me los lavo por culpa del gasoil que había en los contenedores del agua; aquello rozaba lo inhumano. Pero eres militar y te las callas, hasta cierto punto.