Según han confirmado a Aviación Digital fuentes de absoluta confianza, la reunión celebrada esta semana entre varios representantes sindicales del sector de los helicópteros sirvió para poner de manifiesto el sentir generalizado entre los profesionales: la negociación del Convenio Colectivo, iniciada hace cuatro años, está muerta. Tanto, que los propios pilotos la consideran un argumento más de los empresarios para seguir violando los derechos recogidos en el Real Decreto 294/2004 y en la Circular Operativa 16B de Aviación Civil, en su Anexo 1. El ruido de sables es ya un secreto a voces y todo apunta hacia la posibilidad inmediata de una huelga en plena campaña de verano.
Esta misma mañana, el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas, SEPLA, se hacía eco de la reunión mantenida entre varios de sus representantes en el sector, con el fin de estudiar posibles medidas de presión. En ella, los pilotos volvieron a expresar algunos de los incumplimientos ante los que han decidido plantarse: la vulneración de los límites de actividad de 2000 horas anuales y de los tiempos de descanso plasmados en el Real Decreto 294/2004; la práctica frecuente de ignorar los períodos de guardia a efectos de tiempos de trabajo; el incumplimiento de los 7 días libres obligatorios al mes; la ausencia de calendarios laborales o la no aplicación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales... Una vieja lista que, lejos de reducirse, sigue repitiéndose año tras año en buena parte de las compañías de helicópteros españolas. Con un matiz: el margen de paciencia de los tripulantes se hace cada día más estrecho y todo apunta hacia la huelga como única salida.
Cuando no han transcurrido ni dos meses desde que los pilotos de Helicsa que participaron en el rescate del pesquero hundido OBahía denunciasen haber trabajado durante más de 24 horas seguidas sin descanso, los ejemplos de esos incumplimientos siguen saliendo a la luz. Hace unos días, pilotos de Helisureste revelaban la intención de la compañía de conceder tan sólo una semana de vacaciones a las dotaciones de Extremadura que van a participar en la campaña de incendios, en un extremo que aún no ha sido confirmado.
Tras la reunión celebrada esta semana, la partida presenta un nuevo escenario cada vez más delicado. La sensación entre los pilotos es unánime: el tiempo de lamentarse está agotado y la solución apunta hacia medidas de fuerza inminentes.