Las escasas precipitaciones de los últimos
días apenas han repercutido en las reservas de agua acumuladas en
los embalses peninsulares, en los que el agua acumulada ha aumentado
un 0,2 por ciento, hasta situarse en el 47,4 por ciento de su
capacidad total.
Ante esta situación, la ministra de Medio Ambiente, Cristina
Narbona, advirtió de la situación hídrica, y dijo que ésta es
especialmente "grave y severa" en las cuencas del Júcar, Segura y
Guadalquivir.
La ministra explicó en declaraciones a la prensa que las últimas
lluvias "no inciden por igual en todos los territorios" y precisó
que esas precipitaciones "no están siendo significativas"
precisamente en las cuencas del Júcar, el Segura, la cabecera del
Tajo y el Guadalquivir.
Así, dijo, "no podemos tomar ahora ninguna decisión sobre un
trasvase" desde la cabecera del Tajo y estamos trabajando "todo lo
posible para que no haya ciudades afectadas por carencia de agua"
durante este año hidrológico.
El agua almacenada en los embalses peninsulares ha aumentado
ligeramente (un 0,2 por ciento) durante los últimos días y la
reserva se sitúa en un 47,2 por ciento, porcentaje muy alejado del
que existía en las mismas fechas del pasado año, cuando ya habían
comenzado los efectos de la sequía.
Según los últimos datos del Ministerio de Medio Ambiente, los
embalses acumulan 25.251 hectómetros cúbicos de agua, 122 más que la
pasada semana, y las principales variaciones han afectado a la
cuenca del Ebro, donde la reserva ha descendido en 31 hectómetros
cúbicos, y en la del Duero, donde se han recuperado 62 hectómetros
cúbicos.
Las cuencas en las que la sequía es más severa han recuperado
también ligeramente sus reservas de agua; en el Segura han entrado
seis hectómetros cúbicos (aunque los embalses están al 12 por
ciento) y en el Júcar los embalses han recuperado once hectómetros
cúbicos (pero el agua embalsada supone el 21 por ciento de la
capacidad total).
Durante la última semana las precipitaciones han sido escasas en
todo el territorio nacional, y la máxima se registró en Bilbao, con
21,8 litros por metro cuadrado.
Las lluvias han sido muy inferiores a lo normal en estas fechas,
ya que se han limitado a 3,6 litros por metro cuadrado de media en
todo el territorio nacional, frente a los 14,5 litros por metro
cuadrado que se registran desde el año 1930.
Esas precipitaciones han sido especialmente escasas en la
vertiente mediterránea, donde los efectos de la sequía son más
agudos y donde sólo se han recogido 2 litros por metro cuadrado,
frente a los 9,1 de media desde el año 1930.
En la vertiente atlántica las precipitaciones han sido de 4,6
litros por metro cuadrado, muy inferiores también a la media desde
1930 (de 18,1 litros por metro cuadrado).
Sólo en Santa Cruz de Tenerife las lluvias han sido superiores a
la media, tras recogerse de una media de once litros por metro
cuadrado, dos más que la histórica.
Los embalses que más han aumentado sus reservas han sido los de
uso consuntivo, gracias a la entrada de 95 hectómetros cúbicos de
agua, y en los de uso hidroeléctrico el agua embalsada se ha
incrementado en 27 hectómetros cúbicos.
Con estos datos, la energía hidroeléctrica disponible es de 8.110
gigavatios hora, lo que supone el 36,8 por ciento de la capacidad
total.