Cap. 1 / La piscina ilegal de Pedrojota

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Paseando en coche oficial en busca de mansión en Mallorca

, Martes, 7 de septiembre 2004
Periodista Digital
18/09/04, 10.36 horas

Jaume Matas ayuda a todo el mundo
--explica con cierta socarronería una vecina de Pedrojota Ramírez en la selecta Costa de los Pinos--. No en vano es un político y piensa en el futuro. Lo que ocurre es que a Pedrojota le ayuda de forma... especial.

En el verano de 1999, Jaume Matas cedió a cuenta del erario público un coche oficial con chófer a la pareja Pedrojota-Agatha Ruiz de la Prada para que pudieran recorrer sin sobresaltos la isla de Mallorca en busca de un refugio de verano. El vídeo sexual de Pedrojota con Exuperancia, grabado dos años antes y visionado por la élite política, económica y cultural española, quizá había afectado a la relación de la pareja y se rumoreaba que Agatha estaba empeñada en sacarle partido a la crisis, tras refugiarse una temporada con los niños en la bella casa que el periodista y la modista poseen en París.

Durante varios días visitaron distintas propiedades hasta que fueron a parar a la exclusiva Costa de los Pinos, en el municipio de Son Servera. Al final de la carretera, justo donde aparece un mirador colgado sobre un acantilado se erigía una bella mansión enclavada entre pinos y rodeada por un muro de piedra blanqueada. Pertenecía a Giuliana Arioli, quien tras la muerte de su marido Joaquín Calvo-Sotelo cuatro años antes, parecía dispuesta a venderla.

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Agatha pensó de inmediato que, aunque necesitaria algunas reformas y un toque de color, la finca era perfecta. Pedrojota no puso pega alguna. Accedieron al interior y en cuanto la diseñadora plantó los pies en el salón diáfano con impresionantes vistas al mar comenzó mentalmente a llenar el espacio con sus sillas de corazones y a imaginar combinaciones de colores para darle ese característico estilo suyo, a medio camino entre sala de espera de peluquería chic y jardín de infancia psicodélico.

A través de la cristalera se accedía al arbolado jardín de varias alturas que daba directamente al mar, a través de las escaleras que conducían al embarcadero. En la parte izquierda del jardín había una pequeña piscina.

Calvo Sotelo había hecho construir la piscina en 1974. Como era habitual en aquella época, el ayuntamiento le dio la concesión necesaria por la que debían pagar un canon. Al morir en 1995, la viuda Giuliana Arioli dejó de pagar por dejadez el canon y la concesión caducó. Cuando Pedrojota intentó renovarla, se encontró con que la administración la había anulado.

De nuevo, Jaume Matas sale en ayuda del periodista y el entonces ministro de Medio Ambiente favorece una "nueva" concesión para la piscina --curiosamente no a nombre del director de El Mundo si no de Giuliana Arioli, aunque ya no es propietaria--, a pesar de incumplir de forma flagrante la Ley de Costas de 1998 que prohibe expresamente construir una piscina de uso privado en el dominio público marítimo terrestre. Pedrojota y Agatha no sólo pretendían conservar la piscina, sino que planeaban ampliarla, excavando en el acantilado y avanzando sobre la franja costera, sin reparar en que la extensión les llevaría a invadir una zona pública y abierta al paso.

--Porque la prepotencia de Pedrojota y por lo que estamos tan enfadados aquí en Mallorca --explica la vecina de la Costa de los Pinos-- no estriba en que lograra una "renovación" de la concesión, si no en que Pedrojota y Agatha ampliaron desmesuradamente la piscina, le incluyeron un solarium, cogieron terreno al mar y otra sería de tropelías urbanísticas que jamás hubieran consentido a un ciudadano normal.

Y, bajando la voz como para evitar que la escuchen, añade:

--Y ahora quienes le están echando una mano son varios ministros de Zapatero. Y si no que le pregunten a Bono, que estuvo hace poco en casa de Pedrojota desde donde, dicen, hizo algunas gestiones telefónicas.

> Cap. 1: "Paseando en coche oficial en busca de mansión en Mallorca"

> Cap. 2: "Cinco ministros de Zapatero se tiran a la piscina"

>
Cap. 3: "La prensa local se tira de cabeza mientras la nacional ni se moja los pies"

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Y cap. 4: "Desmentidos, manipulaciones y bajadas de pantalones"