La escasez de lluvias y el cierre de
varias represas ha provocado la suspensión, por razones de
seguridad, de los paseos náuticos en el entorno de las cataratas del
Iguazú, uno de los mayores y más importantes saltos de agua del
planeta.
Según informó hoy la empresa concesionaria del Parque Nacional
Iguazú, el nivel de agua en las cataratas, situadas unos 1.200
kilómetros al norte de Buenos Aires, descendió en los últimos días
por "la falta de lluvias en las altas cuencas del río".
"Esta baja ha provocado un descenso en el caudal, por lo que
Brasil cerró las compuertas de las siete represas que posee en la
zona para tener un mayor volumen de agua", añadieron fuentes de la
firma.
Así, los paseos náuticos en el entorno de las cataratas tuvieron
que ser suspendidos por razones de seguridad, ya que la altura del
río Iguazú registraba una marca por debajo de los 50 centímetros y
desde la Prefectura naval argentina comunicaron que el descenso
continuaba, lo que ha dejado al descubierto rocas que sobresalen de
la superficie.
Esta es la primera vez en nueve años que se suspenden los paseos
por falta de agua.
Las cataratas del Iguazú ("aguas grandes" en lengua guaraní),
conformadas en la confluencia de los ríos Paraná e Iguazú,
constituyen uno de los mayores atractivos turísticos de Argentina,
con más de 200 saltos de agua, incluida la impresionante Garganta
del Diablo de más de 80 metros de altura.