España mantiene una economía energéticamente ineficiente y el consumo de la energía se ha más que duplicado en tres décadas (multiplicándose por 2,5 entre 1973 y 2005), según el informe de Sostenibilidad en España 2006, elaborado por el Observatorio de Sostenibilidad y presentado hoy.
El director ejecutivo del Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE), Luis Jiménez Herrero, expuso los resultados del informe ante la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona.
La fuerte dependencia energética y la elevada intensidad del uso de recursos energéticos en los procesos productivos y en los sectores difusos, especialmente en el transporte fue una de las "tendencias insostenibles" subrayada por Jiménez.
En el período 1990 a 2000 en España se ha incrementado un 38% el consumo de energía primaria y un 45% el parque de automóviles, mientras que la población en el mismo período se ha mantenido prácticamente estable.
El equipamiento de los hogares ha aumentado "de forma espectacular" en España: en 2003 se facturaron 940.000 unidades de equipos de aire acondicionado, lo que supone un 30% más que el ejercicio anterior y cada año se venden 23 millones de electrodomésticos.
También aumentan las emisiones de gases de efecto invernadero: en el período 1990-2004 crecieron un 48% y en 2005 pueden haber subido un 53%.
Existe una "carencia importante" de datos sobre el agua en España y, por otro lado, "un tercio de la superficie de España sufre riesgo de desertificación alto o muy alto".
El "mal uso y destrucción del valioso capital territorial" se presenta también como "elemento crítico de sostenibilidad", según Jiménez, quien advirtió también del "riesgo para la cohesión social" que presenta una situación donde "al compás de una población creciente y un progresivo envejecimiento, el fenómeno migratorio está teniendo una enorme trascendencia socioeconómica y cultural que necesita enfoques de integración".
La llegada de los inmigrantes ha supuesto "una inversión relativamente fuerte de la tendencia demográfica española" que ha pasado de descendente a ascendente y ha registrado un aumento del 3% desde 1998, mientras la población extranjera ha crecido un 500% en ese espacio de tiempo.
La economía, según el informe, sigue creciendo en renta per cápita, pero muestra "serias debilidades", ya que el crecimiento está centrado en la construcción y el consumo privado.