Quizá a otro nivel, pero tampoco Iñaki Gabilondo se muerde mucho la lengua, o el mismo Carlos Herrera, ¿creen que deberían contenerse más?
No se la deberían morder, pero Federico es un gigante del pensamiento, uno de los hombre más cultos que he conocido, pero es un enano en ética periodística. Tiene obsesiones, no tiene ideas propias, tiene ideas fijas. Ahora se ha empeñado en atizar con el video de la FAES, con todo lo que se mueva contra Rodríguez Zapatero. Ese tipo de periodismo no me interesa nada, yo a Federico le mastico pero no le trago.
¿Cuál le interesa más?
No podremos ser periodistas independientes mientras dependamos tanto de un medio de comunicación que nos condiciona ideológicamente. No nos podemos airear nadie de ser periodistas independientes, pero Federico se cree la única Coca-Cola del desierto.
Sin embargo todos aseguran no estar condicionados por su medio.
Lo están todos. Lo están todos, lo está Iñaki y lo está Federico. Vivimos en un tiempo en el que hay mucha opinión pero muy poco criterio. Se reflexiona poco. Todos hablamos en función de quién nos está escuchando. Brindamos la faena. Federico la brinda a sus oyentes, que más que oyentes son Hooligans, hinchas, forofos. Carlos a los suyos e Iñaki a los suyos. Hacemos muchos mítines como los políticos, para nuestro público. Ahí a veces soy un poco crítico.
¿Por qué se ha llegado a esta situación de tantísima politización, sobre todo en la radio?
Hermosa pregunta, desconocida respuesta. Pues no sé, quizá nosotros estemos también muy politizados. Lo que tiene más valor de cambio no es informar, sino opinar. Algunos dan alguna noticia, pero hoy el periodismo de investigación consiste en que te meta un sobre en el buzón una secretaria que te da todos los datos de alguien que quiere mal al otro. Hay más funcionarios ahora que periodistas, de la facultad algunos salen funcionarios, lo primero que preguntan es a qué hora entramos y a qué hora salimos.
¿De quién es la culpa, de la formación universitaria, de los medios o de los propios periodistas?
Los medios que han convertido en empresa el periodismo. Igual vendemos noticias que si vendemos Coca-Colas o muebles. Es una fábrica y por las mentes de los patrones sólo corren euros. No hay mucha ética ni deontología. Los periodistas, según en la cuadra que estemos, es como ser del Madrid o del Barça, defendemos la camiseta de quien nos paga.
¿Es su caso?
No, te lo digo de verdad. Yo soy mi peor enemigo porque no soy jornalero del halago. No estoy ni con los que mandan ni con los que obedecen, sino con los que luchan por la libertad de expresión. Aunque igual es palabrería y no soy corrupto porque no ha venido nadie a proponerme ponerme un piso. Igual si alguien me hace una oferta... el que esté libre de pecado que tire la primera piedra de su chalet.
El vídeo de la FAES
¿Qué es lo que menos le gusta de la profesión periodíctica?
Hoy tengo un día malo porque estoy indignado con lo del vídeo éste de la FAES, del PP. He visto como ABC no lo saca en primera, La Razón tampoco. Lo esconden, y si hubiera sido de otro signo lo hubieran defendido los otros. Me repugna. Los políticos están un poco al servicio nuestro, nos brindan un titular y lo que están deseando es que en una entrevista o rueda de prensa, a ver si dicen una frase graciosa o ingeniosa para verse al día siguiente en el titular. ¡Qué ingenioso he sido! Deben de pensar, y dicen la mayor sandez del mundo, como la metáfora del soufflé. Eso es lo que quieren y nosotros se lo estamos jaleando. La autocrítica es salud ética, y nosotros, los periodistas, tenemos muy poca, así que estamos enfermos también. Nos contagiamos.
¿Quién se salva a hora mismo de todo esto? De Antonio herrero sí que decía en su libro que no se casaba con nadie.
Antonio era muy bruto pero muy noble, un periodista de raza que le interesaba dar noticias. De los que yo he conocido me ha parecido el periodista más importante. Así como te digo que Carlos Herrera es el mejor
No lo dirá porque ahora trabaja con él...
No es porque esté ahora con él, que yo siempre he sido Carlista. Hasta el día en que murió Antonio Herrero lo dije. Carlos Herrera es el hombre de más talento que hay en la radio, pero es otra historia,. No es un hombre de noticias. Es un hombre reflexivo cuyo partido son los oyentes y su ideología es la búsqueda de la noticia. Su estilo de hacer radio es nada crispado. Humor, en la radio, se escribe con H de Herrera. Tratar al oyente como trata Herrera no lo he visto con nadie, ni con Antonio Herrero, ni con Luis Herrero ni con Federico.
Fuera oyentes comprometidos
¿Por qué dejó su puesto de defensor del oyente en la COPE?
Yo no lo dejé, me dejó Federico a mí porque él no quiere oyentes. Por lo menos oyentes comprometidos, que le hagan preguntas. Quiere tenerlo todo muy controlado. Me he ido de la COPE cuando Federico ha cogido las mañanas, tras 12 años en la COPE.
¿Fue él mismo el que dijo que no quería un defensor del oyente?
Claro. Pero yo encantado, porque nunca me hubiera quedado con Federicomplejines, el vengador justiciero. No, no, no.
Volviendo al oyente, ¿cuáles son las noticias que le interesan?
Lo que no destacamos, que no sale a cinco columnas ni a cuatro. Lo que creemos que importa es el plan Ibarretxe, y eso no le importa ni a los vascos. Sólo a algunos vascos. Lo que escandaliza a los oyente es que a veces saquemos a primera plana noticias que a ellos les importa un carajo. Les preocupa que el euro les ha jodido la vida, que una cerveza antes valía 100 pesetas y ahora 200, por arte de magia. Eso no es redondeo, es robondeo. La gente con un descaro mayúsculo ha robondeado y con descaro ahora dejamos propinas de 160 pesetas. Hemos confundido un euro con 100 pesetas.
¿Cómo sería el boletín perfecto, que interese a la audiencia?
Pues se podría hablar de los problemas que hay todos los días en las salas de espera de los hospitales, o las viudas, que están preocupadísimas por las pensiones que les quedan cuando se mueren sus maridos, que son ridículas, y nadie habla de eso. Hay unos problemas enormes. Muchos temas. El ciudadano lo que quiere es que no le creen más problemas con estas noticias alarmistas, que al día siguiente una noticia pisa a la otra y se olvida.
¿Como qué?
Me acuerdo de las vacas locas, el daño que le hicimos al gremio de los carniceros. Yo soy experto en el mundo de ETA y le dije a Luis: como sé que ETA va a seguir matando estoy deseando que lo haga cuanto antes porque vamos a joder al sector. No falló. Mató ETA y al día siguiente nos olvidamos dle problema de las vacas locas, con el que estábamos desde hacía dos meses todos los días. Y era porque no teníamos otra cosa de la que hablar. Inflamos una noticia y vivimos de las rentas dos meses. Nos encanta el espectáculo de la noticia.-