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«Reividincamos la Ilustración y contamos con los principios cristianos de Occidente»

, Viernes, 10 de noviembre 2006

El nuevo partido desconcierta. Muchos no saben si es de derecha o de izquierda, liberal o socialdemócrata, abortista o defensor de la vida. Sólo resulta obvio que es antinacionalista.
Para dejarlo claro, EPOCA ha entrevistado a su eminencia gris Antonio Robles. Zamorano de 51 años, afincado en Barcelona, periodista y profesor de Filosofía, el secretario general del nuevo partido expone las raíces ideológicas de Ciutadans.
Empezamos por el principio... el verbo, la lengua.

{p}¿Van a desenmascarar ustedes el relativismo lingüístico, el utilizar la lengua como instrumento de poder?{/p} 
{r} El nacionalismo ha utilizado diversos instrumentos de dominación. Actualmente en Cataluña es la lengua. La filosofía de fondo que hay detrás es utilizar las palabras no para designar cosas, sino para enmascararlas. Dos ejemplos: hablan de normalización para encubrir una imposición; y ahora camuflan el tripartito con un Govern de Entesa.{/r}
{p1}¿Ofrecen ustedes principios sólidos, valores de fondo, no meramente marketing electoral?{/p1}
{r1}Los ofrecemos. Valores como la ciudadanía, o la libertad y la igualdad, valores democráticos e ilustrados.{/r1}
{p1}¿Ilustrados? ¿A qué se refiere? Porque la razón, adorada como una diosa en la Ilustración, ha producido monstruos...{/p1}
{r1}Nos referimos a la Ilustración como cosmovisión, como un corte en la Historia, en la que se abre el derecho al pensamiento libre y a la democracia. Por supuesto que la razón ha engendrado monstruos y la Ilustración tuvo fallos y errores, pero, con todo, nos remitimos a esa referencia clave en la vida democrática y los derechos humanos.{/r1}
{p1}El origen de los derechos humanos es más bien cristiano.{/p1}
{r1}Toda la cultura occidental se remite a principios cristianos. Toda la cultura occidental conecta con criterios éticos del cristianismo. Nosotros lo tenemos en cuenta y contamos con ello.{/r1}
{p1}Sin embargo, apelan al laicismo en su ideario.{/p1}
{r1}Laicismo entendido como neutralidad de los poderes públicos tanto en aspectos religiosos como identitarios. Lo hicimos pensando en el nacionalismo.{/r1}
{p1}¿Y no hubiera sido mejor apelar al principio de libertad religiosa y no tratar de imponer desde arriba un laicismo oficial?{/p1}
{r1}De hecho, nos lo planteamos. Pero ya digo que no pensamos tanto en una religión determinada -la cristiana, por ejemplo, que no plantea ningún problema-. Es más una cuestión de forma que de contenido.{/r1}
{p1}Ustedes ponen el acento en la persona.{/p1}
{r1}Nos parece esencial; son las personas las que tienen derechos, no los territorios.{/r1}
{p1}Sin embargo, no parecen denunciar el drama de las leyes abortistas, que al legitimar la muerte de inocentes socavan toda la estructura de los derechos y de la dignidad humana.{/p1}
{r1}El aborto es un drama que nadie quiere, estoy de acuerdo.{/r1}
{p1}Y un lucrativo y corrupto negocio, como hemos denunciado en ÉPOCA.{/p1}
{r1}Lo cual deploro y lamento. Pero, por otro lado, el aborto es una opción delimitada por las leyes, y yo respeto la legalidad vigente en España.{/r1}
{p1}Pero habrá que defender el derecho fundamental a la vida, desde su comienzo... {/p1}
{r1}Es una cuestión ética.{/r1}
{p1}Y una cuestión científica. El presidente alemán Rau señaló que comienza con la fecundación del óvulo, y frente a quienes lo objetan se preguntaba: ¿A partir de qué momento debería protegerse la vida humana?{/p1}
{r1}Pregunta terrible, para la inteligencia y para la ética.{/r1}
{p1}Pues habrá que responderla.{/p1}
{r1}No resulta sencillo, es un asunto para cada cual. Pero, de momento, habrá que atenerse a la legalidad vigente.{/r1}