El obispo de la diócesis salmantina de Ciudad Rodrigo, Atilano Rodríguez, criticó ayer que «en la actualidad se interprete como signo de progreso y de modernidad el desprecio a lo religioso». Pronunció estas palabras durante la eucaristía celebrada para honrar al patrón de Ciudad Rodrigo, San Sebastián, que sirvió para abrir de nuevo al culto la Catedral de Santa María, después de que el pasado 10 de diciembre se clausurara la exposición «Kyrios», de la serie de Las Edades del Hombre.

También criticó las posturas «fanáticas» de ciertos países donde «hay encarcelamientos, torturas o desapariciones de obispos, sacerdotes, religiosos y cristianos laicos como en China, en Sudán, en la India, en Iraq o en otros países, aunque los medios de comunicación no lo recojan».

Para honrar al patrón mirobrigense de San Sebastián se desplazó hasta la localidad salmantina la presidenta de la Diputación provincial, Isabel Jiménez, que inauguró una portada de madera en construida en memoria de una antigua ermita de San Sebastián que fue destruida durante la Guerra de la Independencia.

Según fuentes de la Policía Local, alrededor de 5.000 personas, la mayoría vestidas con la tradicional capa charra, se agolparon en las calles principales de Ciudad Rodrigo para ver pasar al santo en procesión.