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El acusado de matar con un hacha a un hombre en la plaza de las Palomas del Zaidín de Granada niega los hechos

Europa Press, Lunes, 30 de abril 2007
El hombre acusado de matar a otro con un hacha en la plaza de las Palomas del Zaidín, en la capital granadina, el 28 de octubre de 2005, negó hoy los hechos ya que, según declaró, no pudo asestar los hachazos porque el ahora fallecido le cogió del cuello y su hermano, también acusado, le arrebató el arma. Para el presunto autor de los hachazo, cuyas iniciales son M.A.M., el fiscal pide la pena de 12 años de prisión por homicidio y que indemnice a los herederos de la víctima en 180.000 euros, mientras que para el hermano del fallecido, R.C.M., que también intervino en la pelea, solicita el Ministerio Público siete años de cárcel por homicidio en grado de tentativa y que pague a M.A.M. 39.000 euros.

Este último sí que reconoció, ante el tribunal de la Sección Primera de la Audiencia provincial de Granada, los hechos de los que se le acusa, dar golpes con una picola al presunto homicida de su hermano, hechos que atribuyó a una momento de "locura" tras ver como M.A.M. le daba un hachazo al que resultó fallecido. El desencadenante del trágico suceso fue una pelea que, al parecer, mantuvo M.A.M. con la novia del fallecido, que estaba entonces embarazada, y a la que, según dijo la chica, intentó M.A.M. agredir con un botellín de cerveza primero y le dio una patada después en la barriga, tras culparla de las peleas que tenía con su novia, quien a su vez era amiga de ésta. El acusado negó también haber agredido a la joven, a la que sí insultó, según manifestó ante el tribunal. La compañera sentimental del acusado, y amiga de la supuestamente agredida, indicó que no cree que M.A.M. cometiera la agresión, si bien reconoció que no le gustaba que ella fuera con la novia del fallecido. La disputa entre la joven y el acusado tuvo lugar un día antes y, según relataron los acusados y los testigos, al día siguiente, cuando ocurrieron los hechos, M.A.M. ya sabía que "lo estaban buscando para matarlo" el novio de la chica y su hermano. EL HACHA Y LAS PICOLAS Así, los dos familiares se dirigieron a la plaza de las Palomas en las que se encontraba M.A.M., quien portaba escondido en la chaqueta un hacha de un amigo que había dejado junto a una noria, en la plaza, porque un día antes lo habían utilizado para cortar leña en una barbacoa, relató el propietario del mismo. Una vez allí, R.C.M. sacó las picolas que portaba en el vehículo con el objetivo, manifestó, de "advertir" a M.A.M. y apartar a los amigos de éste de la conversación de debían tener su hermano y éste para solucionar los problemas, pero "no tenía intención de usarlas", recalcó. Cuando ambos, el ahora fallecido y M.A.M. comenzaron a hablar, según R.C.M., éste se apartó para guardar las picolas, pero al llegar al coche y ver cómo agredía M.A.M. a su hermano volvió con ellas al lugar en el que se encontraban, le arrebató el hacha y le golpeó varias veces. Esta versión, se contrapone a la ofrecida por M.A.M. que aseguró ante el tribunal que no le dio tiempo a dar hachazo alguno porque R.C.M. se lo quitó, por lo que no descartó que fuera éste --R.C.M.-- el que asestara el golpe a su propio hermano. Por su parte, R.C.M. aseguró que su hermano "no llevaba nada en las manos" y que su intención era "ir a hablar" con M.A.M. No precisó cuántos golpes le asestó ni dónde porque dijo que lo hacía con los ojos cerrados. Las contradicciones entre las declaraciones prestadas por ambos, así como por los testigos, en la fase de instrucción y la que realizaron hoy en la Audiencia provincial fueron múltiples y se atribuyeron al "miedo", entre otros motivos. El juicio, que originó enfrentamientos verbales entre amigos y familiares de los acusados al termino de la vista, continuará el próximo 2 de mayo.