El embajador español ante el Vaticano, Francisco Vázquez, afirmó hoy que resulta 'excesivamente exagerado' el 'clima de tensión' entre la Iglesia y el Estado, puesto que las discrepancias entre ambas instituciones 'parece que se hacen más desde fuera'.

En su primera intervención pública tras asumir el cargo de embajador ante la Santa Sede, en los cursos de verano de Aranjuez, Vázquez se mostró 'muy sorprendido' ante ese clima de confrontación que muestran los medios y que, en su opinión, no se corresponde con lo que ni el Estado ni la Conferencia Episcopal 'plasman en sus documentos, escritos e intervenciones'.

Aunque reconoció que hay 'diferencias importantes' -sobre todo la relativa a la asignatura de Educación para la Ciudadanía-, Vázquez se mostró 'muy contento' por las relaciones actuales entre España y el Vaticano y aseguró que 'sería malo caer en el reduccionismo del intercambio de opiniones apasionadas desde foros que nada tiene que ver con la mesa de diálogo'.

Confirmó que 'nadie desde el Gobierno va a llevar a cabo una revisión de los acuerdos actuales con la Santa Sede' ya que la voluntad que hay desde el Ejecutivo es la de 'seguir dialogando' y continuar buscando acuerdos en diversas materias 'más allá de cuestiones singulares'.

Se refería a la polémica suscitada por la asignatura de Educación para la Ciudadanía -polémica que, en su opinión, será olvidada en otoño- y con la que, dijo, 'el Gobierno no quiere tutelar ni mucho menos manipular los conocimientos de los jóvenes' y añadió, 'lo fundamental serán sus contenidos'.

Según aseguró, la Iglesia española es 'una Iglesia aceptada, querida, y sobre todo que refleja el sentir y la conciencia de la mayoría de los españoles', a pesar de la encuesta del BBVA publicada hoy, que afirma que la Iglesia es la segunda institución peor valorada por detrás de las multinacionales.

'La Iglesia es algo que nos impregna, nos da sentido como país y sin la cual no tendría sentido nuestro propio modelo de sociedad', declaró.

Por otra parte, y durante la conferencia que pronunció minutos antes de atender a los periodistas –dedicada ampliamente a la figura de Benedicto XVI– el embajador animó a superar “el recelo muto, el desencuentro y la desconfianza entre la izquierda y la Iglesia”, que responde a “tics históricos”, pero que perjudican a todos los ámbitos.

Finalmente, Vázquez dijo que “el Gobierno tiene que reconocer a la Iglesia en materias muy queridas para la izquierda, como la igualdad, la solidaridad, etc. y la Iglesia tiene que saber explicar lo que hace y llegar a la opinión pública”.

Con respecto a la legalización del matrimonio homosexual, Vázquez aclaró que 'la Iglesia no se opone a los homosexuales, sino que los respeta, los ampara y los protege, pero sí defiende el concepto de familia y se opone al concepto de matrimonio homosexual'.