Más Rojo que el pimentón
De Jaraíz de la Vera
Es en casa y en la era
El Pablo Iglesias Turrión,
Mírese como se quiera;
Además de a un Tío-vivo
De Feria, manso o altivo,
En él es más de admirar,
Se tenga o no que afeitar,
¡Cuernos!, su cara de chivo;
Si por dentro su apellido
Del Rojerío es el as,
Libre como Barrabás,
Tiene hoy esto sentido:
Su Físico no da más;
En Política no obstante,
Tanta mierda en el estante
Del rencor y el odio hay,
Que hablar bien de él ¡caray!,
Tiempo nunca hay bastante:
Tiene clavada la espina
De vengar a sus ancestros,
En las revanchas maestros,
Que este tesón es la inquina
Que alimenta a sus cabestros;
Y en Religión sin vaivén
El bicho que picó el tren:
Por no saber él no sabe,
Si decir la verdad cabe,
Ni siquiera… ¡el amén!.
II
Claro que no es un misterio:
Quieto el badajo o repique,
El tal Pablo Echenique,
Sino a un cementerio,
Se parece a un barco a pique…
Sin mástil, vela ni remos
Que valgan la pena, hemos
De ver pronto su Partido,
Cuanto menos convertido
En una panda de memos…
Visto su paso no ha mucho,
No obstante, por la Política,
Fue de manera tan cínica,
Que en áspid, lobo o chucho
Mutados, no en una clínica
Nos vimos de sopetón,
Sino frente al paredón…
De pelillos a la mar
Nada… No son de fiar
Conociendo al Patrón…
Si esa gentuza que ahora
Vive con casa y con coche,
Duerme de día… y la noche,
Hasta que sale la aurora,
Sin que haya un reproche,
Pasa en la playa o la sierra,
Aunque coja una perra
Y lo mire al revés,
Sin sorpresa alguna es…
¡Porque ganamos la guerra!.